Lucía Pérez: “Siempre vi al boxeo como el medio para cumplir mi sueño: ir a un JJ.OO.”

La boxeadora de Tigre, capitana de la selección argentina, aguarda la nómina oficial de clasificados, tras la cancelación del Preolímpico.

Por Gastón M. Luppi, de la redacción de DIB

La pandemia no fue impedimento para que la selección argentina de boxeo se entrenara con vistas el Preolímpico continental. El evento que repartía plazas para Tokio 2020 iba a realizarse el año pasado en Buenos Aires, en momentos en que la covid-19 se transformaba en un drama global. Por razones obvias fue reprogramado y tras barajarse varias alternativas, finalmente iba a desarrollarse a partir del próximo fin de semana. Sin embargo, la situación sanitaria del país y de la región obligaron a su cancelación definitiva. Así, las 49 plazas que se ponían en juego en Buenos Aires ya no se dirimirán en el ring, sino por ranking. La suerte de los argentinos quedó atada a resultados de 2018 y 2019.

“Si bien sabíamos que podía llegar a pasar, cuando te lo confirman se te viene el mundo abajo. Después de tanto trabajo, te queda un vacío, un ‘¿y ahora qué hago?’”, le cuenta Lucía Pérez a la Agencia DIB. Oriunda de Tigre, Pérez es capitanía de la selección y en el Preolímpico buscaba la clasificación a Tokio. Ahora, en el ranking, si bien no está en puestos de clasificación asegurada, mantiene sus esperanzas de lograr una plaza. Aunque ya no depende de ella, claro.

“Cuando nos avisaron que las clasificaciones se iban a decidir por ranking, ya sabíamos quiénes iban a tener un lugar asegurado, quiénes no, y quiénes estábamos en duda. Por un lado es sentirse contenta por tus compañeros que logran la clasificación, pero también mal por los chicos que se quedaron sin ninguna chance, como por ejemplo los que se habían sumado al equipo hacía poco”, sintetiza Pérez.

Así las cosas, quienes irán a Tokio 2020 serán el salteño Ramón Quiroga (52kg., comparte la capitanía con Pérez) y el santafesino Mirco Cuello (57kg.). En cambio, entre quienes se quedaron sin chances figura por ejemplo la campeona mundial Yesica Bopp, quien se había sumado a la selección con el objetivo de cumplir su sueño olímpico. Sin embargo, sin figurar en el ranking, la cancelación del Preolímpico la dejó sin opciones.

Lucía Pérez (69kg.), en tanto, se mantiene expectante. “Hay que esperar el listado oficial del Comité Olímpico Internacional para ver si las que están antes que yo estaban inscriptas para el Preolímpico, ya que las plazas se van a distribuir por ranking, pero entre las inscriptas”, explica Pérez, medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.

Lucía Pérez, representante argentina en la categoría de hasta 69kg. (Instagram: @luciaperezbox)

Clasificación retroactiva

El ranking que define las clasificaciones olímpicas está compuesto por competencias de 2018 y 2019. Es que el año pasado la pandemia trastocó todos los planes y la actividad se limitó a los entrenamientos. “Fue muy difícil, pero no paramos en ningún momento”, sintetiza Pérez. “Entrenamos un montón de meses por videollamada, nos íbamos dividiendo en grupitos con los profes y nos conectábamos todos los días. Los que tenían una bolsa en la casa, se aprovechaba la bolsa. Y los que no, entrenaban igual”. En el caso de Pérez, el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo le brindó material para los trabajos físicos, y además contó con la ayuda de su pareja, también boxeador.

El año pasado el seleccionado realizó concentraciones en Santa Teresita, siempre con vistas al Preolímpico de Buenos Aires. Este año concentraron en Ezeiza y en marzo volvieron a la competencia, en Turquía. “La mayoría hacía trece meses que no peleábamos. Pudimos hacer una competencia internacional en la que nos fue bien, obtuvimos buenos resultados”, cuenta Pérez, medalla de plata en ese Torneo Internacional AIBA. “Ya estábamos listos, afiladísimos para lo que iba a ser el Preolímpico”, le dice a DIB.

A mediados de abril llegó la cancelación del Preolímpico y la clasificación a los Juegos vía ranking. “Al ser por ranking sentís que es un poco injusto, pero a la vez no es culpa de nadie lo que está pasando. Uno se tiene que adaptar a la situación que toca vivir y siempre, por más que sean muchas malas, hay que verle el lado positivo, es así”.

Camino definido

En el boxeo, aspirar a competir en un Juego Olímpico es una elección. Es que a diferencia de otras disciplinas, la carrera olímpica del boxeo va por un camino distinto al del mundo profesional rentado. Y con 28 años Pérez tiene muy claro cuál es su camino.

“Siempre vi al boxeo como el medio para cumplir mi sueño, que es ir a un Juego Olímpico. Entonces, lo veo solo desde ese lado. Para mí el profesionalismo, en mi vida, en mi carrera, no existe. Al menos hasta el día de hoy, hasta que pasen estos Juegos”. Y cuenta: “La primera vez que fui a un gimnasio dije: ‘Hola, quiero ir a un Juego Olímpico’. No tenía idea de nada, pero fue lo primero que dije. Para mí los Juegos siempre fueron mi gran sueño, arranqué a boxear para llegar a un Juego Olímpico”.

Y aún tiene chances de clasificar. Sin embargo, a 80 días de Tokio 2020, todavía reina la incertidumbre en torno de los Juegos. “Siempre pienso en positivo, pero hay dos posibilidades: que se hagan o que no se hagan. Uno siempre tiene la esperanza de que se van a hacer, porque más allá de que se me dé o no a mí, tengo compañeros que van a competir. En cuanto a las noticias que llegan, trato de no mirar mucho, pero inevitablemente son cosas que se ven. Por más que uno no mire la tele, está en las redes sociales”.

No obstante, y en el mientras tanto, “en mi caso tengo que estar entrenando sí o sí, porque si me dicen estás clasificada, no puedo arrancar de cero una preparación. Y si me dicen que no, bueno, el entrenamiento que hice servirá para algún otro objetivo que me ponga enfrente después”, explica Pérez, quien aguarda con expectativa por su última oportunidad olímpica. “Ya sé que esta es mi última chance para intentar clasificar a los Juegos. El año pasado, cuando se reprogramaron, ni lo dudé: ‘Bancamos un año más’. Pero si no se da Tokio, serían tres años más, estoy por cumplir 29, no me tiraría un ciclo más. También por eso en parte es un poco más doloroso si no se llega a dar. Pero si no son los Juegos, iremos buscando algún otro objetivo”. (DIB) GML

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