Efectivos de la Policía Bonaerense retirados y en actividad, acompañados por familiares, realizaron protestas en distintos puntos de la provincia en reclamo de mejores condiciones salariales y de trabajo. La Matanza fue el distrito donde más se sintió la convocatoria, mientras que en La Plata un grupo se concentró frente al Ministerio de Seguridad y luego acudió a la Casa de Gobierno, a las puertas de la residencia del gobernador, donde se realizó un “sirenazo”.
Tras las protestas, el Jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco dijo esta mañana que este jueves o viernes se anunciará una “mejora salarial importante” para la policía y sostuvo que las autoridades buscan “dar certezas a la fuerza”.
“Está previsto hacer un anuncio del plan integral de seguridad para la provincia, que será un plan de carácter operativo”, dijo Bianco en una conferencia de prensa junto al Ministro de Seguridad, Sergio Berni, en la que agregó que, cuando se realice esa presentación. también se anunciará una “mejora salarial importante para la fuerza”.
Anoche, se reportaron protestas en la localidad de Adrogué, en Almirante Brown; en Morón, Ituzaingó, Merlo, Berazategui, Pilar y Tres de Febrero, entre otros puntos que se pudieron ver reflejados en videos que se publicaron en las redes sociales.
También hubo protestas en Necochea y en Mar del Plata, donde los manifestantes cortaron la Avenida Independencia frente a la comisaría 1ª de la ciudad; en Junín, con una caravana de patrulleros que hicieron sonar sus sirenas mientras transitaban por la zona céntrica; y en Bragado y Balcarce, frente a la Plaza Libertad.
En La Plata, la protesta no concentró a un grupo mayor de unas 40 personas al comienzo, pero con el correr de las horas fue ganando adeptos. Fue muy ruidosa, con sirenas y bocinas. Los efectivos y sus familias protestaron primero en las puertas de la sede del Ministerio de Seguridad, en 2 y 51, y luego marcharon hacia la Casa de Gobierno, más precisamente a la residencia donde el gobernador Axel Kicillof vive con su familia.
Allí cortaron la calle con patrulleros y encendieron una fogata frente a la fachada de ingreso. Estuvieron hasta pasada la medianoche y por varias horas, hicieron sonar las sirenas en señal de protesta. Reclamaban la presencia del ministro de Seguridad, Sergio Berni.
Los manifestantes hicieron circular un pliego de 12 puntos de reclamos, entre los que figuran aumentos salariales cercanos al 60%, aumentos en las horas adicionales, el pago del trabajo en feriados y horas nocturnas al 100%, provisión de uniforme y equipo de trabajo y planes de vivienda para los oficiales.
La convocatoria fue motorizada por las redes sociales. Una cuenta de Facebook administrada por exintegrantes de la fuerza (Policías Reclamando) que tiene más de 40 mil seguidores hizo punta en la iniciativa. Y si bien al principio se consignó que no participaron oficiales en servicio sino personal de franco y retirados, la protesta fue ganando volumen y en varias ciudades se pudo ver cómo se sumaban caravanas de patrulleros que debían estar afectados al servicio.
Tras conocerse el reclamo, jefes policiales enviaron circulares a las comisarías para advertir sobre fuertes sanciones para quienes se plegaran, pero eso no hizo más que aumentar el descontento policial.
Por la tarde, uno de los puntos más fuertes de la protesta tuvo lugar en la localidad de Adrogué, en Almirante Brown, donde la protesta policial fue “apoyada” por un sirenazo de patrulleros que desfilaron hacia la sede de la Jefatura local.
En algunos lugares, las protestas arrancaron poco después de las 14, aunque en La Plata iniciaron cerca de las 20 horas. La modalidad fue de “retención de tareas”, “ruidazo” y con el acompañamiento de familiares.
Las protestas se dan en el marco del crecimiento de las tomas de terrenos en el conurbano, y cuando el Gobierno nacional puso en agenda la problemática de la inseguridad. El viernes pasado Alberto Fernández y Axel Kicillof anunciaron un plan de medidas que incluye la inversión de $ 37.700 millones para la compra de insumos, la renovación de patrulleros, la incorporación de 10 mil nuevos efectivos y el refuerzo de 4.000 gendarmes para las zonas calientes de delitos en el Gran Buenos Aires. (DIB) MCH