Con una avispa como aliada, investigadores buscan combatir una plaga del tomate

La Plata, abr 23 (DIB).- Un equipo de científicos de la Universidad Nacional de
La Plata realiza un importante aporte para combatir, sin insecticidas, a una de
las plagas más peligrosas que afecta a los cultivos de tomate del cinturón
hortícola de La Plata.

Según
las investigaciones, una pequeña avispa que habita la región puede
transformarse en un gran aliado de los productores, ayudando a erradicar a la
polilla del tomate, un agente parásito de enorme poder destructivo en este tipo
de plantaciones.

El
proyecto se desarrolla en los laboratorios del Centro de Estudios Parasitológicos
y de Vectores (Cepave), dependiente de la UNLP y del Conicet. Allí los
investigadores trabajan para eliminar a la polilla del tomate – cuyo nombre
científico es Tuta absoluta- a través de mecanismos de control biológico, es
decir, utilizando organismos -insectos, hongos, o bacterias- que comen o
enferman a especies que se convierten en plaga.

La
gran ventaja de este tipo de métodos de control radica en la posibilidad de
prescindir totalmente del uso de productos químicos que pueden, a corto,
mediano o largo plazo, afectar la salud humana y el ambiente. Actualmente, a
esta plaga del tomate se la combate, casi exclusivamente, utilizando
plaguicidas neurotóxicos y reguladores del crecimiento.

María
Gabriela Luna, una de las investigadoras que lleva a cabo el proyecto, explicó
que se encuentran estudiando a algunos insectos, tales como pequeñas avispas o
chinches, que parasitan o se comen los huevos o larvas de la polilla del
tomate. En este sentido explicó que “esta plaga es difícil de controlar con
medios convencionales por su hábito minador, ya que se alimenta dentro de las
hojas, los frutos y los tallos”.

La
Tuta absoluta es un lepidóptero cuya larva ataca las hojas, tallos y frutos,
donde cava galerías. Su poder destructivo puede ser letal y de consecuencias
económicas dramáticas, llegando a producir hasta un 90% de pérdida de la
producción anual de tomate en la Argentina. Es de origen sudamericano, y en la
última década invadió Europa, África y se encuentra en expansión hacia el continente
asiático.

En
los laboratorios del Cepave ya desarrollan un experimento a escala de
invernáculo, en colaboración con personal de la Estación Experimental Integrada
Gorina, dependiente del ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos
Aires y del INTA. Allí prueban la efectividad de una pequeña avispa parásita de
larvas de Tuta absoluta. Con el nombre científico de Pseudapanteles dignus, su
poder como como agente de control biológico aparece como una alternativa eficaz
para aplicar en el cinturón hortícola de la región.

¿Cómo
actúa la avispa? Se trata de una especie de endoparasitoide de larvas. Las
hembras depositan sus huevos en las larvas de la polilla del tomate que,
inmediatamente, se transforma en un organismo hospedador de la larva de la
avispa. Esta última, como huésped parásito, se alimentará de la larva de la
polilla produciendo inevitablemente su muerte y evitando, consecuentemente, el
nacimiento del individuo adulto.  

Según
explican los investigadores, estas avispas pueden ser criadas masivamente y
“soltadas o liberadas” en invernáculos para que puedan controlar las
poblaciones de la plaga. En ensayos de laboratorio, se registró una alta
eficiencia de la avispa para atacar larvas de la plaga naturalmente en los
cultivos. (DIB) FD