Escrutinio provisorio: ¿qué es y qué pasa con el nuevo software?

-Se trata del primer conteo oficial de votos. No tiene
validez legal, pero son los primeros resultados que se presentan horas después
de terminada la votación.

-El software que propone el Gobierno permitirá que los
telegramas se manden vía digital desde las escuelas a los centros de cómputos,
sin pasar por las oficinas del Correo de todo el país, como se hizo hasta
ahora.

-La oposición advierte sobre una posible manipulación del
resultado. Especialistas temen que se deslegitime la elección si el software no
se puede auditar.

Por Reverso

El escrutinio provisorio es el primer conteo oficial de
votos que se hace apenas termina la elección y está a cargo del Gobierno. Su
objetivo es informar a la ciudadanía los resultados preliminares, pero no tiene
validez legal. Los datos que sí cuentan legalmente y que permitirán declarar
ganadores y perdedores son los del escrutinio definitivo, que está a cargo de
la Justicia y se termina a más tardar a los 10 días corridos después de la
elección, según el artículo 112 del Código Nacional Electoral.

A las 18 horas del día de la elección se cierran los
comicios y comienza el conteo de votos. Las urnas se abren y el presidente de
mesa con los fiscales partidarios cuentan voto por voto. De ese cómputo surgen
tres documentos que deben ser firmados por el presidente de mesa y los
fiscales: el acta de escrutinio, el telegrama y el certificado de escrutinio.
En ellos se vuelcan los datos de los votos de cada mesa.

El acta de escrutinio es el documento que queda dentro de la
urna para el escrutinio definitivo, que lo realiza la Justicia días después; el
certificado de escrutinio queda para los fiscales partidarios y el telegrama es
el que se envía al Correo para el escrutinio provisorio (el conteo de ese mismo
día).

¿Qué es lo nuevo para estas elecciones?

A partir de esta elección se utilizará un software que se
adquirió por licitación a través de Correo Argentino y se llama SmartTally.
Según dijo a Reverso la empresa que lo creó, Smartmatic, fue diseñado
especialmente para la Argentina y permitirá que los telegramas con los votos de
cada mesa sean transmitidos desde cada escuela de forma digital hacia los
centros de cómputos.

Antes también se utilizaba un software y la empresa
encargada era la española Indra, que estuvo a cargo del escrutinio provisorio
en la Argentina durante 25 años y para estas elecciones perdió la licitación
contra la anglo-venezolana Smartmatic.

La única diferencia es que ahora los telegramas serán
transmitidos vía electrónica desde las escuelas a los centros de cómputos de la
Dirección Nacional Electoral (DINE), que depende del Ministerio del Interior de
la Nación sin pasar por las oficinas del Correo más cercanas a los
establecimientos educativos. Antes, los telegramas se mandaban en camionetas
desde las escuelas hasta las oficinas más cercanas del Correo, donde se
digitalizaban.

Cruce

El Gobierno nacional defiende el nuevo sistema porque supone
agilizar la transmisión de información durante el escrutinio provisorio.

Por su parte, el Frente de Todos, que postula a la fórmula
Alberto Fernández-Cristina Fernández, y Consenso Federal, que postula al
binomio Roberto Lavagna-Juan Manuel Urtubey, cuestionaron el nuevo sistema,
porque temen que se puedan manipular los resultados provisorios en la noche del
domingo.

“Smartmatic es una empresa que objetivamente está llamada
para enturbiar el proceso del recuento de votos hasta que lleguen los
definitivos. Tengo una enorme preocupación. No estamos dispuestos a tolerar que
hagan esto. Ya han ensuciado demasiado todo como para tolerar que ensucien el recuento”,
dijo Alberto Fernández en una entrevista con el portal El Destape.

Por el Gobierno, en cambio, el secretario de Asuntos
Políticos e Institucionales, Adrián Pérez, afirmó en una entrevista con Radio
Continental que “el sistema electrónico para el escrutinio provisorio es
totalmente transparente” y destacó que “los fiscales van a poder fotografiar el
telegrama, enviarlo desde la escuela, seguir el proceso de envío y verlo cuando
llega”.

Qué dicen los especialistas

Según la especialista Beatriz Busaniche, presidenta de la
Fundación Vía Libre -una organización que se especializa en derechos digitales
y temáticas vinculadas con el software libre y las nuevas tecnologías-, “con el
nuevo sistema no se podría producir un fraude que dañe la integridad de la
elección, ya que dos de los tres documentos que se usan para el escrutinio (el
acta de escrutinio y el certificado de escrutinio, que son firmados por el
presidente y los fiscales) no son manipulados por el nuevo sistema”. 

Sin embargo, según la especialista, se podría afectar la
legitimidad de la elección, ya que el conteo provisorio (cuyos resultados
suelen ser comunicados primero a la ciudadanía) se realizará con un software no
auditable por los partidos que podría diferir del resultado que surge de los
documentos en papel.

“Si te vas a dormir el domingo a la noche pensando que ganó
un candidato y después en dos semanas el escrutinio definitivo te dice otra
cosa puede ser un problema. Si confundís la información del domingo electoral y
de las tapas de los diarios del lunes, que es lo que podría llegar a pasar,
podés deslegitimar profundamente el proceso electoral”, explicó a Reverso
Busaniche.

Por su parte, Enrique Chaparro, experto de Seguridad
Informática de Vía Libre, señaló en una entrevista con Radio Con Vos que del
ensayo de funcionamiento realizado el 20 de julio surgió el uso de un programa
“cuya notable antigüedad hace que tenga un montón de posibilidades de ataque”.

“Es una buena idea, pero como a toda buena idea además de
imaginarla bien hay que implementarla bien. Y ahí es donde se plantea el
problema: por alguna razón desconocida (…) hacen una transformación del
formato digital de imagen que se utiliza, de modo tal que lo que se transmite
es una cosa pero lo que leen los operadores que cargan manualmente los
resultados de cada telegrama está en un formato distinto. Al hacer esa
conversión, de un formato que se llama TIFF a otro que se llama PDF, utilizan
un programa que tiene una gran cantidad de vulnerabilidades documentadas,
conocidas y explotables”, aseveró Caparro.

En la DINE dijeron a Reverso que la imagen “no se convierte
a PDF sino a PNG” y que “los especialistas analizaron documentos erróneos”.

“Ese ha sido el sistema utilizado en las últimas elecciones,
al menos con el proveedor anterior, Indra, y nunca ha generado ningún
cuestionamiento. Es la primera vez que se escucha un cuestionamiento a un
sistema utilizado en 2013, 2015 y 2017. Si para ellos era un problema, lo
habrían cuestionado antes”, dijeron.

Cómo comenzó todo

La Cámara Nacional Electoral (CNE) publicó una acordada en
2017 donde se refirió a la necesidad de modificar el sistema tradicional del
escrutinio: “En particular, deben preverse medidas que permitan agilizar y
abreviar el tiempo de transmisión de los datos, a través de procedimientos
tales como la digitalización y transmisión -en lo posible- desde el propio
establecimiento de votación, para lograr una carga más amplia de información y,
por lo tanto, más homogénea y representativa del resultado de la elección, sin
posibilidades de manipulación mediante el orden de carga”, señalaron los jueces
Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera.

El Gobierno afirma que con la implementación del nuevo
sistema está cumpliendo este mandato judicial.

Pero el foco de los cuestionamientos de la oposición, tanto
del Frente de Todos como de Consenso Federal, tiene que ver con dos puntos de
la digitalización: uno es la falla en la primera prueba del software que se
hizo en julio y otra es la imposibilidad de ver el código fuente, es decir de
saber cómo fue desarrollado el programa y si tiene vulnerabilidades o no.

Al respecto, Adrián González, director de Servicios
Electorales de Correo Argentino, rechazó que el escrutinio provisorio pueda ser
manipulado. “No, claramente no se puede manipular, es imposible, el escrutinio
tiene toda una serie de previsiones técnicas, donde interviene muchísima gente
en el proceso, que es humano y tecnológico, trabajan alrededor de 40 mil
personas”, dijo en una entrevista con radio La Red.

Sostuvo que “las agrupaciones políticas tienen la facultad
de ir a ver la transmisión de los telegramas de escrutinio a las sucursales del
Correo”. Y, además, completó: “Hoy lo que implementamos a nivel Gobierno es que
esa transmisión se haga dentro de las escuelas”.

La prueba que falló y su alcance

La DINE realizó el 29 de junio último la primera prueba nacional del sistema de conteo rápido; hubo otra el sábado 13 de julio (sólo
interna de Correo Argentino) y una última, el 20 de julio, abierta a la prensa y a los partidos políticos. Además, se realizará otra prueba antes de las
generales del 27 de octubre.

En la primera prueba se produjeron fallas admitidas por la
empresa y el Gobierno nacional. Según el Poder Ejecutivo Nacional, fueron
cuestiones técnicas, específicamente en la conexión a Internet de las netbooks
utilizadas para transmitir los datos desde las escuelas.

Reverso se contactó con Hernán Etchaleco, vocero de la
Secretaría de Asuntos Políticos e Institucionales, y el funcionario reconoció
que “hubo problemas de conectividad desde las escuelas” con el nuevo sistema,
aunque aclaró que “no pasó nada fuera de lo previsto”. Además, agregó: “Hoy
hicimos [por el 13 de julio] una nueva prueba y anduvo todo bien”.

Etchaleco precisó que 11 mil de las 15 mil escuelas contarán
con un escáner multifunción de última tecnología, que se utilizará en aulas
específicamente destinadas al escaneo y transmisión digital del telegrama, en
reemplazo del envío por camionetas.

En los 4 mil establecimientos restantes se utilizará el
sistema tradicional. Estas 4 mil escuelas son las de menor cantidad de
electores (menos de cinco mesas) y las que, se cree, podrían presentar mayores
problemas de conectividad.

Si hay fallas de conexión, dijo Etchaleco, se activará el
sistema de contingencia. Es decir, el sistema tradicional: irá el camión del
Correo a retirar los telegramas a la escuela y los llevará a las oficinas donde
serán escaneados y transmitidos por vía electrónica a los centros de cómputos:
uno, en la localidad bonaerense de Monte Grande, y el otro, en el barrio
porteño de Barracas.

Código cerrado

El “código fuente” del software SmartTally es cerrado. Esto
significa que sólo la empresa puede observarlo o controlarlo, haciendo
imposible su fiscalización por parte de los partidos políticos. Nadie más que
la empresa sabe cómo funciona el software a nivel informático. Por eso, según
especialistas y apoderados de la oposición, esto podría deslegitimar la
elección en caso de haber fallas en la transmisión digital de los datos.

La oposición venía exigiendo que el Gobierno le entregara a
la Justicia electoral y a los partidos políticos el software y los códigos
fuentes del escrutinio provisorio.

La CNE dictó una acordada indicando que debían hacerlo 30
días antes de la fecha del acto electoral a fin de que puedan auditarlos. El
Gobierno hizo caso omiso de este reclamo en reiteradas oportunidades.

Por eso el 6 de agosto último, cinco días antes de las PASO,
la CNE dictó una nueva acordada intimando a la DINE a que “proceda a dar
inmediato cumplimiento a la entrega del software para escrutinio provisorio”.

El 7 de agosto último finalmente el Gobierno entregó a la
Cámara Nacional Electoral el software del escrutinio. Tras la última acordada
de la CNE, en Smartmatic habían confirmado a Reverso que ese día se realizaría
la entrega y señalaron que era algo que “ya había sido acordado” con el
Gobierno.

De todas maneras, el kirchnerismo ratificó ese mismo día que no confía en el sistema. “Ya no sirve de nada porque no podemos hacer
ningún tipo de prueba ni nada”, dijo Landau en declaraciones que reproduce
el diario La Nación.

Presentaciones judiciales

Consenso Federal, a través de su apoderado, había hecho
semanas atrás una presentación a la CNE pidiendo información sobre el software.
“Conocimos por vía informal que el sábado [por el 13 de julio] se habría hecho
una prueba sin la participación de los partidos políticos”, dijo a este medio
el precandidato a diputado por Consenso Federal Alejandro “Topo” Rodríguez.

El 6 de agosto, cinco días antes de las PASO, el Frente de
Todos realizó su propia presentación judicial, a través del apoderado del PJ,
Jorge Landau, pidiendo directamente que “se deje sin efecto la aplicación del
proceso de digitalización de los telegramas de escrutinio de cada mesa,
transmisión y contabilización de los resultados provisorios” a cargo de
Smartmatic.

El Frente de Todos también pidió designar interventores
judiciales “para presenciar todos los procesos técnicos de escrutinio el día de
la elección y para la realización de auditorías” posteriores, para las que se
podría “contar con la colaboración técnica del Consejo Interuniversitario
Nacional”.

“Tenemos desconfianza respecto de esto porque vimos cómo
salieron las pruebas, que es vulnerable el sistema desde el punto de vista
informático, es hackeable. Si no te vienen bien los resultados podés desde las
distintas terminales que tienen frenar las cosas. Digo, desde eso, que es lo
más sencillo, hasta cualquier otra cosa”, dijo Landau en una entrevista en
radio Con Vos al explicar la presentación del amparo.

Con todo, Landau distinguió el escrutinio provisorio, del
que se encarga el Gobierno, del definitivo, a cargo de la Justicia.

“La Justicia Nacional Electoral tiene 24 jueces federal
dedicados a esto, una CNE, y de última queda la Corte Suprema de la Nación, que
generalmente nunca interviene en estas cosas. Está garantizado absolutamente el
escrutinio definitivo”, precisó.

Sobre el conteo provisorio, en cambio, Landau señaló: “El
problema es en la noche del domingo 11, que se tergiversen los resultados en
esa oportunidad. Ese es el miedo que tenemos: que te instalen un resultado
distinto y un ganador distinto del que reflejan las urnas, nada más, que no es
poca cosa en el mundo en que te instalan informaciones permanentemente”.

Otro software

Desde la empresa Smartmatic explicaron a este medio que hay
un segundo software para el procesamiento de datos con una copia segura que se
entregará a la CNE. “Si se presentase la necesidad de revisar el código, está
esa copia para hacerlo. Esa copia se entrega tal cual se utilizará en la
elección y queda en bóveda”, dijo Samira Saba, directora de Comunicaciones de
la empresa.

Sebastián Schimmel, secretario de Actuación Electoral de la
Cámara, confirmó a Reverso que la empresa debe enviar una copia pero que ésta
aún no llegó, aunque aclaró que debe ser enviada antes de las elecciones
primarias del 11 de agosto. “[El viernes 12 de julio] se le mandó un oficio a
la DINE recordándole que tiene que enviar el software. Es una copia que sólo
mantenemos en depósito y la resguardamos. No tenemos derecho a abrirla”,
precisó Schimmel.

Smartmatic en otros países

No es la primera vez que la empresa Smartmatic participa en
una elección: vendió distintos software a países como Italia, Filipinas, El
Salvador y Venezuela, entre otros. Cada país usó tecnología diferente y en cada
uno hubo distintos problemas.

En El Salvador, en 2018, hubo un error de un script (un
documento que contiene instrucciones escritas en códigos de programación) que
contabilizó mal las preferencias a favor de ciertos candidatos en particular,
entonces los que habían obtenido menos votos terminaron arriba. En mayo último,
el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de ese país exigió un millón de dólares a
la empresa Smartmatic como compensación por las fallas. Finalmente, tras cinco
meses de ocurrida la falla, el TSE logró que la empresa pagara 226 mil dólares.

La Unión Europea emitió un informe donde explicó cómo fue
toda la elección en El Salvador. Allí, indicó que en el simulacro hubo
problemas y sólo la mitad de las actas de resultados se transmitió con éxito. Sin
embargo, luego de la elección calificaron como “buena” y “muy buena” la
transmisión electrónica de resultados con el 97% de los centros de votación
observados.

En Filipinas, según dijo a Reverso la periodista de Rappler
Gemma Bagayaua-Mendoza, quien escribió distintas notas acerca de las elecciones
en ese país, hubo denuncias por fraude, aunque la mayoría “están basadas en
fallas que no fueron probadas”.

En Lombardía, Italia, se contrató a Smartmatic en 2017 para
un referéndum, una consulta de “sí” o “no”. Allí, dos días antes de la
votación, se filtró el sistema que iban a usar y las claves de las máquinas de
votación. Una nota del diario Corriere Della Sera cita al hacker y experto en
seguridad informática Matteo Flora, que indica que mucha información sensible,
contraseñas, nombres de usuario y claves de autenticación se volvieron
accesibles para cualquiera.

En Venezuela, la empresa Smartmatic dio servicios en
distintas elecciones desde 2004 hasta 2017. En la elección de la Asamblea
Nacional Constituyente de 2017 la misma empresa reconoció que hubo fraude, y
que fueron las personas quienes manipularon los datos. Aquí se pueden ver las
declaraciones de la empresa en ese momento.

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Autores: Rosario Marina, Imanol Subiela y Matías Di Santi

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