Éxtasis: el peligro de consumir sustancias producidas ilegalmente

La Plata, jul 23 (DIB).- La joven marplatense
Milagros Alanis Moyano murió el miércoles pasado en España, tras haber
consumido éxtasis en una fiesta electrónica en Palma de Mallorca.

Según trascendió, la chica, de 19
años, habría tomado solo la mitad de la dosis de una variedad de esta droga llamada
“Philipp Plein”, que de acuerdo a informes de la ONG Asociación
Bienestar y Desarrollo, podría tener más concentración de MDMA, la sustancia la
sustancia que conforma el éxtasis.

No obstante, la familia de Milagros,
que radicó una denuncia policial para pedir que se investigue quién le
suministró esa droga, había sugerido que el comprimido que tomó podría haber
estado contaminado con veneno para ratas.

Constanza Traverso, médica
especialista en toxicología y emergentología del Hospital General de Agudos
“Dr. Juan A. Fernández” y del Hospital de Niños “Sor María Ludovica” de La
Plata, explicó a esta agencia que “estas sustancias son ilegales, por lo que tanto
en su manufactura, como en el empaque o el almacenamiento, están expuestas a
condiciones que no son las de un laboratorio” por lo que pueden sufrir alguna
situación de contaminación cruzada, aunque no es lo habitual.

No obstante, sobre el éxtasis en
particular e hipotetizando sobre lo que pudo haber ocurrido en el caso de la
joven marplatense, la especialista señaló que “en líneas generales no suele
estar cortado con sustancias como veneno para ratas, que es un anticoagulante,
porque no tendría que ver con una sustancia que produce  efectos similares a los que da la droga”. En
ese sentido, graficó que “a la cocaína a veces se la corta con psicotrópicos
para aumentar el volumen, ya que son fármacos que remedan el efecto que produce
la sustancia”.

En tanto, Traverso subrayó, de
acuerdo a lo que trascendió sobre los síntomas que presentó Moyano al ser
hospitalizada, que “es real es que el éxtasis produce efectos de lo que se
llama coagulación intravascular diseminada, es decir cuando el paciente se
agrava y su cuadro empeora en la toxicidad aguda, altera los factores de la
coagulabilidad porque altera la función hepática, entonces esto también puede
llevar a pensar que hay un anticoagulante involucrado, en este caso raticida, pero
en realidad es que ese cuadro es propio del efecto que tuvo la sustancia sobre
el paciente”.

“No
es como comer un caramelo”

Traverso destaca puntualmente que
al tratarse de sustancias de curso ilegal hay que dejar en claro que “no es
como comer un caramelo” y muchas veces “los usuarios desconocen qué es lo que
les puede pasar”, más allá de los efectos deseados. “Cualquier sustancia que
uno se mete en el cuerpo tiene  efectos
adversos sobre el organismo, ninguna sustancia es gratuita, todas las sustancias
tienen efectos deletéreos”, destacó.

A los efectos adversos que genera
la pastilla de éxtasis, se le suman otros, que pueden ser agravantes, como los
ambientales -el hecho de estar en una fiesta con mucha gente, sin ingesta
suficiente de agua y con gran desgaste físico- y la posibilidad de que exista
una predisposición del base de la persona que consume la droga que ayude a que
se desencadenen cuadros graves o letales.

En ese sentido, Traverso indicó que
“los antecedentes personales siempre influyen, como el estado clínico al
momento de consumir, si existe alguna enfermedad de base, si la persona toma
alguna medicación, que también se metaboliza en el hígado”. La especialista
señaló también que, por ejemplo, “hay una enzima que en personas de origen caucásico
puede tener una menor expresión en el organismo, por lo que el metabolito ?malo?
del éxtasis, por llamarlo de alguna manera, queda como más tiempo dando vueltas
en el organismo y genera mayores efectos”.

“Estimulante
y alucinógena”

El MDMA, que constituye el éxtasis,
“es una molécula parecida en su estructura química a las anfetaminas, que son
sustancias estimulantes, y a las mezcalinas, que son sustancias alucinógenas.
La molécula tiene una forma parecida a las dos y, de hecho, tiene esas dos
manifestaciones clínicamente, lo estimulante y lo alucinógeno”, explicó
Traverso, e indicó además que una pastilla con 200 o 300 miligramos de esta
sustancia, como presentaría la “Philipp Plein”, representaría “una
dosis altísima”. (DIB) AR