Cierre de comercios y pymes: en el interior “subsisten” por el agro

La Plata, mar 5
(DIB).- El cierre de comercios y pymes es un tema de vital preocupación tanto
para el Conurbano como para el interior bonaerense, aunque en los distritos
“rurales” los ingresos del agro que activan el consumo aminoran un poco el
impacto de la crisis.

Los
incrementos en las tarifas de los servicios y la caída del consumo conformaron
un combo explosivo en los últimos meses para las economías locales. Si bien no
hay números oficiales concretos sobre la situación, desde el sector pyme
advierten sobre cuantiosos cierres de persianas.

En los últimos
días, las entidades que nuclean a comerciantes y a pequeños empresarios
salieron al unísono a reclamar a los gobiernos nacional y provincial “urgentes”
medidas que den soluciones para el sector. “Hace cinco meses las pymes estaban
en terapia intensiva. Ahora puedo decir que ya están en mortalidad, porque
todos los días cierran entre 20 y 25 locales, o industrias pequeñas”, le dijo a
DIB el titular de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA),
Alberto Kahale.

Desde la
institución gremial empresaria consideraron que la situación es crítica por
varios factores, entre ellos “la gran presión impositiva” y “el poco
circulante” de dinero, y advirtieron que “importantes cadenas” también se
encuentran en aprietos y “están cerrando locales”. 

Kahale también
explicó que en los distritos del interior en donde “el campo está bien” el
comercio “subsiste”, pero igualmente “está sufriendo los tarifazos”. Sobre la
situación, culpabilizó al Gobierno nacional por “encarar la política hacia el
sector financiero y no al productivo”.

Desde la Unión
de Emprendedores nacional, su titular Rodolfo Llanos también coincidió sobre el
papel clave que juega el agro en algunas localidades para sostener el consumo y
confirmó que la crisis afecta mayormente “a las ciudades del interior que no
están relacionadas con el campo solamente”. “Lamentablemente vemos el futuro
cercano muy oscuro, con muchos cierres de comercios y despidos”, le dijo a DIB.

Ricardo Sacco,
el presidente del Nucleamiento Empresarial del Noroeste Bonaerense, que
representa a unas 35 cámaras de comercio de esa región, sostuvo que en casi
todas las ciudades se ven cada vez más cierres de negocios. “Hay locales que se
desocupan y que no vuelven a alquilarse más”, advirtió.

En diálogo con
DIB, dijo que “se está haciendo un esfuerzo enorme para no bajar las persianas
y mantener el personal, porque las pymes tienen una relación más allegada con
los empleados e intentan mantener los puestos de trabajo”, pero sostuvo que la
situación es “asfixiante” y lamentó que “muchos comerciantes quedarán en el
camino”.

 

Las ciudades más complicadas

Las ciudades
más complicadas en territorio, como señaló esta agencia a principios de enero,
son las grandes urbes como Mar del Plata, Bahía Blanca, Junín, Tandil y La
Plata. Pero la problemática también afecta a localidades como Azul, Tres Arroyos,
Saladillo, Trenque Lauquen, Pergamino y Olavarría.

En esta última
ciudad, los comerciantes convocaron a un “apagón y bocinazo” para el próximo
lunes 11 de marzo como una manera de hacer visible la problemática que vive el
sector.

Asimismo, en
la capital provincial, por ejemplo, crecieron entre noviembre y diciembre de
2018 en un 40% los locales inactivos (en venta, alquiler, clausurados o
simplemente cerrados), según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).
Asimismo, en Mar del Plata “cerraron 50 restaurant y confiterías”, señalaron
desde la Unión de Emprendedores.

“Recesión con
inflación es un combo llamado estanflación que ataca el mercado interno con
caída abrupta de las ventas y la actividad económica, al mismo tiempo que
aumentan los precios, los costos y disminuye la rentabilidad”, aseguraron desde
la Unión del Comercio, la Industria y la Producción de Mar del Plata (UCIP) en
un comunicado.

“Esto afecta
más al empleado porque el propietario puede resurgir en otra actividad, pero la
persona que se queda sin trabajo en un clima de recesión tarda tal vez un año y
medio en conseguir un empleo formal”, se lamentó Llanos, quien también avizoró
“una caída muy fuerte de empresas y de empleo entre marzo, abril y mayo”.

En Bahía
Blanca, la problemática fue abordada por el Concejo Deliberante, a partir de un
proyecto para que el intendente Héctor Gay convoque a una mesa de diálogo
intersectorial. Desde la Corporación del Comercio, Industria y Servicios local
manifestaron su preocupación por la cantidad de locales que cerraron sus
persianas en el centro de la ciudad durante estos últimos meses. “Sobre un
total de 500 locales, ocho estaban desocupados en 2016, y ahora son 26”,
indicaron desde esa entidad.

 

“Bajas expectativas”

Las
expectativas de reactivación son bajas para los próximos meses. Desde las
distintas cámaras y entidades consideran que la situación “empeorará” si el
poder adquisitivo de los consumidores sigue en baja, y si no hay medidas
concretas como la reedición de los programas de financiación “Ahora 12” o
“Ahora 18”, más allá de los reclamos por la presión impositiva y tarifaria.

“No vemos al
corto plazo una recomposición. Muchos comerciantes están quedando en el
camino”, insistió Sacco, quien admitió que con ese panorama, pese a los
esfuerzos, crecerán los despidos.

Federico Melo,
secretario general del Sindicato Empleados de Comercio de Junín, manifestó que
“desde mediados del año pasado que el sector viene viviendo una situación de
mucha incertidumbre” a nivel local. Y advirtió que ha habido despidos en
locales del centro de la ciudad, que según sostuvo “son los que más están
sufriendo esta recesión”. Y advirtió: “Lo que vemos a corto y mediano plazo,
tampoco es muy optimista”.

“La persona
que se queda sin trabajo en un clima de recesión tarda tal vez un año y medio
en conseguir un empleo formal”, lamentó por su parte Kahale. (DIB) MCH/MT