Internos de San Martín conformaron una Orquesta de Cámara en la cárcel

La Plata, sep 18 (DIB).- Internos de la Unidad 47 de San
Martín conformaron una Orquesta de Cámara en la cárcel, en una experiencia
inédita que se inició hace cinco meses y que para fin de año tendrá su primera
presentación.

La Unidad 47 es una cárcel del Servicio Penitenciario
Bonaerense (SPB) que aloja a mujeres y hombres en dos sectores físicos bien
diferenciados, pero ellas y ellos se juntan en las actividades educativas,
laborales y culturales. Y en ese contexto, participan desde abril pasado de un
taller musical por el que conformaron una Orquesta de Cámara y se presentarán
para fin de año.

El grupo está compuesto por veinte internos ???cinco mujeres y
15 varones- los que, desde hace cinco meses, los lunes y viernes durante tres
horas participan de este espacio.

El ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires,
Gustavo Ferrari, valoró esta iniciativa y explicó que “desde la gestión de la
gobernadora María Eugenia Vidal se propuso ampliar y profundizar el tratamiento
penitenciario, con eje en la formación, para que las cárceles sean ámbitos de
reeducación y los internos puedan incorporar más herramientas para poder
reinsertarse en la sociedad”.

El proyecto se puso en marcha con el impulso del Juez de
Ejecución Penal N° 1 de San Isidro, Alejandro David; la orquesta El Cordal
Ensamble, los músicos que llevan adelante el taller teórico práctico; y el
Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires, a través del
Departamento Cultura de la Dirección General de Asistencia y Tratamiento del
SPB, se adquirieron tres chelos, tres violines y tres violas.

Así empezó a trabajar un grupo heterogéneo. Algunos de los
internos tenían nociones musicales más populares, pero ninguno había tenido en
sus manos los instrumentos de cuerda que conocieron en la orquesta. Ahora, se
encuentran afianzados como equipo, emparejados en cuanto a lo musical y
consiguieron más donaciones como un piano y un ukelele.

“Los primeros pasos fueron de curiosidad porque yo no
entendía, entonces empecé a aprender, a ver, a escuchar, a prestar atención y
cuando me di cuenta de que podía leer una nota en un pentagrama me puse muy contento”
contó Miguel, un interno de San Fernando, que tiene 52 años, y en prisión
conoció su gusto por el chelo.

A su lado, Adriana, también reconoció que “no tenía ni idea,
aprendí todo acá”. “Me gusta mucho la música, siempre tuve oído”, dijo. Ella
tiene 32 y está detenida hace 3 años y 4 meses. “Mi primer día de clases llego,
me dan el violín y me dicen si yo sabía tocar y le dije que no, preguntaron por
la posición en que lo agarré”, y comentó que “cuando le cuento a mi mamá que me
metí en la orquesta y me pregunta qué instrumento tocaba y le digo el violín,
se sorprendió porque mi abuelo tocaba el violín hace muchos años y yo no sabía.
No sé si será la sangre o qué, pero en realidad no sabía que él había tocado.
El vínculo con la música vendría de familia”.

Las autoridades de la Unidad 47 destacaron que la Orquesta
de Cámara es una experiencia única en contexto de encierro, que tiene muy buena
repercusión entre los participantes, quienes incluso consiguieron agregar los
miércoles como nuevo día de práctica ante la posibilidad de presentarse a fin
de año.

Los lunes, las clases abordan la enseñanza- aprendizaje de
un instrumento y los viernes, lenguaje musical. El equipo docente está formado
por la directora Carolina Wagner (lenguaje musical), Gustavo Nuñez (chelo),
María Eugenia Romero (violín) y Sergio Bertagni (lenguaje musical). Los
miembros de El Cordal Ensamble plantean el acercamiento a la música desde la
concepción Kodály, a través del desarrollo de cuatro niveles en forma
simultánea: un oído atento, una mente despierta, un corazón abierto y una mano
entrenada, una técnica para poder expresarse. (DIB) FD