Liberaron al menor detenido por el crimen del colectivero y denunció a la policía

La Plata, abr 20 (DIB).- El adolescente de 17 años que
estuvo preso cuatro días por el crimen del colectivero Leandro Alcaraz,
asesinado el domingo en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, fue
liberado hoy por “falta de pruebas” y aseguró que cuando lo apresaron
fue golpeado y amenazado por un jefe policial para que se hiciera cargo del
homicidio.

Fuentes judiciales informaron a Télam que se trata del chico
que había sido detenido el lunes último, quien en su indagatoria denunció al
comisario que lo interrogó por haberlo golpeado “a cachetazos”
delante de otras seis personas vestidas de civil dentro de una seccional
policial y amenazado con “meterle una lapicera” en el ano si no se
responsabilizaba del crimen.

El adolescente fue liberado esta mañana por “falta de
pruebas” por decisión del juez de Garantías del Joven 2 de La Matanza,
Sergio Polti, quien hizo lugar a un pedido del fiscal Emilio Spatafora, del
Fuero Penal de Responsabilidad Juvenil.

De esta manera, en la causa que tiene a su cargo Spatafora
ahora quedan detenidos Jonathan Acevedo (18), apodado “El Viejo”, y
un joven paraguayo, Juan Alfonzo Gauto (24), ambos acusados del delito de
“homicidio agravado por alevosía y por el uso de arma de fuego”.

Además, a ambos se les imputa el delito de “robo
agravado por el uso de arma de fuego” de un teléfono marca Motorola a una
joven que caminaba a pocas cuadras del lugar donde fue asesinado el
colectivero.

Fuentes judiciales aseguraron que el adolescente recuperó su
libertad esta mañana, ya que los investigadores no pudieron acreditar su
presencia en el colectivo de la línea 620 en el que fue asesinado el chofer, ni
en el momento de los disparos.

En su indagatoria, el adolescente contó al fiscal Spatafora
que al momento del hecho se hallaba durmiendo en su casa, ubicada en Virrey del
Pino, y que se enteró del crimen de Alcaraz a través de su hermano menor, quien
le contó que le habían disparado a un colectivero en la plaza San Pedro,
ubicada a pocas cuadras de su vivienda, por lo que se dirigió hacia allí.

Explicó que, al llegar a la plaza, observó a dos jóvenes
paraguayos conocidos del barrio que escapaban hacia “los fondos” y
que uno de ellos portaba un arma en su mano.

Relató que al día siguiente se enteró que se había
viralizado una foto suya junto a Acevedo y que decían que ellos eran los
asesinos del colectivero, por lo que su madre decidió llevarlo a la comisaría
junto al otro acusado.

En el relato, el joven aseguró que cuando se hallaban en
camino hacia la comisaría en un remís, fueron interceptados por un auto con
policías de civil.

Contó que tanto él como Acevedo fueron llevados a la oficina
del comisario y que allí comenzaron a decirles que si habían sido ellos los
homicidas que lo contaran, porque si no, no iban a salir más de prisión.

Luego, denunció que lo llevaron a otra oficina donde fue
agredido por el comisario, a quien describió “petisito y medio
pelado”, y detalló que lo increpaba para que se “hiciera cargo del
crimen” porque si no le iba a “meter una lapicera en el orto”.

También dijo que dentro de la comisaría le sacaron varias
fotos que, luego, se enteró que comenzaron a circular en distintos medios de
comunicación.

Por otra parte, Gauto también se desvinculó del crimen y
aseguró que al momento del hecho se encontraba jugando un torneo de fútbol
barrial y que tiene pruebas para demostrarlo, entre ellas una planilla que
firmó antes del partido.

En tanto, Walter Fidalgo, abogado de la familia Alcaraz,
aseguró que quiere que los investigadores del crimen detengan a quienes son los
“autores materiales del hecho” y no cuestionó la liberación del chico
de 17 años sino que, por el contrario, elogió la tarea de la fiscalía.

Además, reiteró el pedido para que se presenten más testigos
a declarar, tanto los que se encontraban ese día a bordo del colectivo como en
los alrededores y prometió reserva de identidad.

El crimen fue cometido cerca de las 18 del domingo, cuando
Alcaraz conducía el interno 103 de línea 620 y al llegar a una parada situada
en Santiago Bueras y Concordia, de Virrey del Pino, fue asesinado de un balazo
en el tórax y otro en el cráneo efectuado con un revólver calibre .38.

El asesinato se cometió presuntamente luego de una discusión
que mantuvo con un pasajero porque no tenía carga en la tarjeta SUBE y de que
éste llamara a otro para que concretara el homicidio. (DIB)