Documento de obispos sobre el aborto: “No neguemos derechos a los más débiles”

La Plata, abr 20 (DIB).- La Conferencia Episcopal Argentina
(CEA) expresó hoy en una declaración que “ojalá podamos defender hasta tal
punto los derechos humanos que no se los neguemos a los más débiles y
vulnerables”, en relación al debate sobre la despenalización del aborto, y
propuso una “mirada amplia” sobre el tema que contemple “la vida
amenazada de tantos argentinos que se debaten en la pobreza y la miseria”.

Así lo afirmaron en un mensaje titulado “Proponemos una
mirada amplia. Toda vida vale”, que fue difundido a la prensa durante la
reunión de la asamblea plenaria de obispos reunida desde el lunes en la casa de
retiros El Cenáculo-La Montonera de la localidad bonaerense de Pilar, presidida
por el titular de la CEA, monseñor Oscar Ojea, y que concluyó este mediodía.

En el documento, los obispos reiteraron la postura de la
Iglesia en contra de los proyectos de despenalización del aborto que se debaten
en el marco de audiencias que comenzaron hace dos semanas en el Congreso luego
de que el oficialismo propiciara su tratamiento.

En ese marco, piden a los legisladores que “se atrevan
a soñar una Argentina más grande”.

“Una Nación democrática, moderna y progresista, debe tener
la capacidad, el ingenio y la creatividad, de buscar soluciones nuevas que
resuelvan los problemas, sin necesidad de matar o ???interrumpir??? vidas de seres
humanos”, señala la declaración suscripta por un centenar de obispos de todo el
país.

En ese marco, expresan: “¡Ojalá podamos defender hasta tal
punto los derechos humanos, que no se los neguemos a los más débiles y
vulnerables! Vale toda vida”.

“Aún hay mucho por hacer para acompañar y ayudar a las
mujeres que viven un embarazo inesperado, en malas condiciones”, ya que “muchas
de estas realidades tienen que ver con la pobreza no resuelta”, agregan los
obispos en su mensaje.

“Esperamos que este debate nos permita dirigir la mirada de
manera amplia a diversas situaciones que no deberíamos separar: la defensa del
niño por nacer, el respeto a la mujer y el cuidado de su vida, el inmenso valor
de la familia y la vida amenazada de tantos argentinos que se debaten en la
pobreza y la miseria”, sostiene el Episcopado en su declaración, de una
carilla.

A modo de autocrítica, los obispos indican que, “tanto la
Iglesia como la sociedad, no hemos hecho lo suficiente al respecto y tampoco
hemos acompañado de la mejor manera a las mujeres que han abortado en medio de
sufrimientos y límites, y padecen en soledad las consecuencias de esta decisión”.

Tras citar palabras del papa Francisco en defensa del
“inocente que no ha nacido y de los pobres que ya han nacido”, la CEA alienta a
los legisladores a que “se atrevan a soñar una Argentina más grande, superadora
de recetas de cuarenta años atrás y a que sean capaces de proponer leyes
innovadoras que tutelen tanto la vida y los derechos de la madre como la vida y
la dignidad del hijo”.

“Nos duele que algo tan grande y esencial como defender la
vida nos pueda enfrentar o dividir todavía más. Este momento histórico nos
exige luchar codo a codo por los más frágiles de nuestra querida Argentina”;
concluye el texto difundido esta mañana.

Asimismo, agradece “de corazón a tantas ciudadanas y
ciudadanos que, con sus testimonios, argumentos y acciones, se han destacado en
estas últimas semanas como apasionados defensores de toda vida humana”, y
asegura que “ellos son los grandes protagonistas”.

Por su parte, el presidente de la CEA, monseñor Oscar Ojea,
sostuvo la necesidad de “revisar nuestro compromiso con los hermanos más
necesitados” y expresó la “preocupación por la situación
social”, ante lo que señaló como un aumento en la cantidad de personas que
concurren a los comedores de la Iglesia y los despidos.

“Todos aquellos que decimos que defendemos la vida
tenemos que revisar nuestro compromiso con los hermanos más necesitados.
Tenemos que pensar qué hacemos con aquellas mujeres que están con un embarazo
con muchísimo riesgo social. Tenemos que pensar también cómo no excluimos.
Queremos la vida del más débil pero también la vida de la madre débil”,
señaló Ojea en una declaración difundida a la prensa.

En otro orden, Ojea reveló que, durante las deliberaciones
de esta semana, los obispos expresaron sus “preocupaciones” por la
“cuestión social” que atraviesa el país, observada y analizada desde
su lugar de “pastores”.

“No somos técnicos, no somos políticos, sino desde
nuestro lugar. Hemos escuchado al presidente de Cáritas decir que la gente en
nuestros comedores aumenta en número. También algunos obispos han hablado de
las situaciones de despido y de estar cerca de las familias que viven todas
estas situaciones”, explicó el presidente de la CEA.

El vicepresidente segundo del Episcopado, monseñor Marcelo
Colombo, contó también que en las deliberaciones de los obispos “no
estuvieron ajenos algunos temas que son cotidianos” como “la suba de
las tarifas, el cese de algunos planes nacionales para los más pobres y también
el cierre de algunos profesorados con el cambio consiguiente de planes
educativos en relación con la educación superior”.

“Todos estos temas los hemos querido asumir con la
mirada de pastores, preocupados por el bien de nuestros jóvenes y de nuestros
pobres”; indicó el obispo de La Rioja.

A su turno, el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado
de la Argentina, Mario Poli, sostuvo que, con la declaración difundida hoy, no
se busca “condenar a nadie” sino “entrar en un diálogo
razonable” y “abierto que no cause más divisiones entre los
argentinos”.

En ese marco, indicó que los obispos hicieron un “”mea
culpa”, porque también con una palabra del Papa queremos decir que hemos hecho
poco por la protección de la mujer que atraviesa esta situación”. (DIB)