Aumentó la informalidad y la tercerización de tareas en el campo bonaerense

La Plata, abr 14 (DIB).- Una mayor tercerización en las
tareas y la persistente informalidad y precarización en la contratación de
trabajadores fueron dos de los fenómenos que caracterizaron la pasada campaña
rural en la provincia de Buenos Aires, según los datos recogidos por la encuesta
provincial de servicios agropecuarios.

En efecto, la participación de prestadores de servicios en
las actividades agropecuarias se incrementó un 8,5% en la campaña de 2017,
mientras que los contratos “de palabra” representaron el 95,8% del total de los
acuerdos que se celebraron el año pasado. Además, disminuyó considerablemente el
número de trabajadores empleados de forma directa, a la par que aumentó el
personal tercerizado y la participación de familiares en las tareas rurales.

De acuerdo a los números oficiales, los “prestadores puros”
(como se denomina a quienes brindan servicios de maquinaria en campos que no
son propios) trabajaron el 59,7% de las 22,1 millones de hectáreas en las que,
según la encuesta, se relevaron trabajos de fumigación, labranza, siembra y
cosecha durante la campaña 2017.

Los principales servicios prestados por este grupo fueron la
fumigación (tanto aérea como terrestre), la cosecha de granos y la siembra
directa. En tanto, el 40,3% de las tareas fue realizada por prestadores que a
su vez son productores rurales.

La encuesta cuantifica anualmente las características de la
prestación de servicios en los campos bonaerenses. Según el último
relevamiento, correspondiente a la campaña anterior, la actividad cayó un 0,9%,
impulsada principalmente por un derrumbe en las tareas de fumigación terrestre
(-12,9) y la siembra directa (-7,1%). En contrapartida, se registró un
incremento del 60% en las tareas de siembra tradicional, un 31% en la cosecha
de forrajes y un 13% en las fumigaciones aéreas.

En casi todos los casos, la modalidad de pago se fijó
exclusivamente en dinero en efectivo (99,5%): pocos productores optaron por un
pago fijo en granos o en la cesión de un porcentaje del rinde de sus campos.

 

Informalidad y precarización

Por otro lado, durante la última campaña relevada se observó
una disminución del 1,7% en la cantidad de personal ocupado. En ese universo,
el personal contratado de forma directa disminuyó un 9%, el personal permanente
un 0,3%, y el número de propietarios un 2,6%.

En contrapartida, se incrementó un 16,2% el personal
contratado de manera indirecta, a través de tercerizaciones, y un 8,5% el
número de familiares sin remuneración fija que realizaron tareas agropecuarias.

Otro dato que dominó la pasada campaña es la persistencia de
la informalidad en la contratación de los trabajos: el 95,8% de los casos se
fijó “de palabra”. Es decir, que en la gran mayoría de los casos no medió la
firma de un documento que respalde la operación. Además, el 85,1% de los
acuerdos fueron celebrados por una única campaña. (DIB) JG