La segunda autopsia al cuerpo de Nahuel Snidero, el hombre de 37 años que falleció en Coronel Pringles de manera repentina y cuyas circunstancias se investigan, no arrojó resultados concluyentes y se esperan estudios complementarios. La nueva intervención -que obligó a la exhumación del cuerpo- había sido solicitado a partir de algunas dudas con la causa de la muerte el sábado 19 de abril. Para su familia pudo ser víctima de mala praxis.
Días antes el hombre comenzó a sentirse mal, con fuertes dolores abdominales, recuerda El Orden de Pringles. Primero se pensó que podría haber sido una intoxicación, que se descartó. Snidero fue a la guardia del Hospital Municipal, recibió un antiácido y se fue de alta, pero como continuó con dolores, concurrió al Sanatorio Pringles -clínica privada-, donde primero le dieron un protector gástrico, pero tuvo que regresar y quedó al menos cuatro días en observación hasta que lo trasladaron nuevamente al Hospital Municipal para realizar una tomografía, durante la cual falleció.
La primera autopsia aludió a un shock anafiláctico (reacción alérgica extremadamente grave), que se relacionó con el contraste yodado endovenoso que recibió para la tomografía, pero luego el hospital entregó un DVD con imágenes de dicho estudio donde se observaría la presencia de una disección aórtica.
La segunda autopsia, que tuvo lugar en la subdelegación de Policía Científica de Coronel Suárez, confirmó que Snidero falleció por “un paro cardiorespiratorio irreversible”, como “causa inmediata”, pero no fue concluyente respecto de la “causa mediata” de muerte. En este último punto, los médicos dejaron abierta las posibilidades del “shock anafiláctico (ad referendum de las muestras) y del aneurisma disecante de aorta abdominal (infrarrenal e ilíacas)”, consigna El Orden de Pringles.
Coronel Pringles se movilizó los últimos días por la muerte de Nahuel Snidero, quien falleció, según denuncian su familia y allegados, por mala praxis médica. (DIB) GML
