
Una mujer perdió la compostura y tuvo un ataque de nervios en la recepción del Centro Médico del Sol, ubicado en la localidad bonaerense de General Pacheco, partido de Tigre.
El hecho ocurrió en la tarde de ayer, miércoles 12. La implicada se enojó con el personal que le exigió un ticket de pago para poder ser atendida. Como no lo tenía encima le comunicaron que no podían atenderla. Se enfureció y terminó provocando destrozos en el establecimiento privado ubicado en Buenos Aires al 660, en una escena que quedó registrada en cámaras de seguridad y se viralizó durante la mañana de este jueves.
Primero tomó una maceta, con un potus incluido, y lo revoleó contra uno de los vidrios, luego pateó los cristales y, por si fuera menor el daño, también tomó un revistero de plástico y lo lanzó contra la recepción, sin impactar por suerte contra ninguno de los empleados.
La mujer, identificada como Tamara, fue denunciada por daños. Se iniciaron actuaciones en la Comisaría 2ª de Tigre y quedó a disposición judicial.
“Una reacción desmedida”
“Fue desmedida la reacción”, afirmó a TN el doctor José Eduardo Saul, director del Centro Médico del Sol.
El directivo comentó que la mujer fue a hacerse un estudio. Había reservado el turno y les dijo a los recepcionistas: “Creo que lo aboné”. “Eso fue el 27 de enero, cuando uno abona se le da un comprobante de pago, pero la paciente dijo que no lo tenía y repitió que le parecía que lo había pagado”, sostuvo el directivo.
Al chequear los registros no figuraba el pago y tampoco aparecía en los movimientos de caja ni en los registros de facturación.
El director de la clínica aclaró que la paciente “era la primera vez que se atendía en el lugar” por lo cual no tenía antecedentes para dejarla someterse al estudio sin el pago correspondiente.
Lo que menos se esperaban los presentes era la desmesurada reacción de la mujer. “La gente se iba para atrás y, por suerte, nadie se metió, en medio de los gritos y amenazas”, que le propinó al personal administrativo del lugar.
“Ella se va y vuelve para repetir el ataque, porque seguramente quería romper los vidrios, volvió y tomó un portamaceta de madera y, del lado de afuera de la clínica, empezó a golpear con el objeto los cristales, sin éxito”, agregó el responsable de la clínica. “Los vidrios son del tipo blindex y tiene un microperforado que, por suerte, no se rompió”, añadió Saul. (DIB) MM