Mar del Plata vive por estos momentos una tormenta política por la llamada “Saladita de la Bristol”, una feria que ocupa el tradicional lugar frente a la playa y que motivó una denuncia penal del intendente Guillermo Montenegro para desalojar el lugar. Es que el alcalde culpó por el tema al gobernador Axel Kicillof y los concejales peronistas salieron al cruce para recordarle a Montenegro que el propio Gobierno municipal aprobó un proyecto para crear allí un paseo de compras, que nunca se llevó a cabo. De todos modos, el conflicto es mayor, ya que tiene que ver con la jurisdicción de la rambla: ¿es municipal o de la Provincia?
En la denuncia, que Montenegro presentó el primer día hábil de 2025, exige el desalojo de la feria que ocupa parte del histórico paseo de la playa Bristol, y responsabilizó al gobernador por el “abandono” del lugar.
Ahora los concejales de Unión por la Patria (UxP) emitieron un comunicado titulado “¿Qué tiene que ver Kicillof?”, en el que consideran que “Montenegro, de manera insólita y con fines políticos, acusó al gobernador Axel Kicillof de una situación que corresponde exclusivamente a la Municipalidad de General Pueyrredon y para lo cual el propio intendente presentó un proyecto”.
El bloque presidido por Mariana Cuesta remarcó que “en lugar de asumir su deber y buscar soluciones efectivas para un espacio cuya gestión es competencia de su gobierno, [Montenegro] opta por desviar el foco de atención con acusaciones infundadas hacia la Provincia. El problema no radica en Kicillof ni en sus políticas, sino en la incapacidad de la actual gestión municipal para avanzar con los proyectos que el mismo municipio propuso”.
Y concluye: “Exigimos al intendente Guillermo Montenegro que cese de utilizar recursos mediáticos para atacar a terceros y asuma su responsabilidad como administrador del espacio público en Mar del Plata. Los vecinos merecen una gestión comprometida y seria, que enfrente los problemas de raíz en lugar de buscar chivos expiatorios”.
“Paseo de Compras Bristol”
Los concejales recordaron que el Ejecutivo marplatense inició en 2021 un expediente sobre el tema que fue sancionado por unanimidad en octubre del año siguiente, y se formalizó la creación de la Unidad Turística Fiscal “Paseo de Compras Bristol”.
Así, se autorizaba al Ente Municipal de Turismo (Emturyc) a la elaboración de un Pliego de Bases y Condiciones para convocar a licitación.
Según el proyecto aprobado en ese entonces, “se propone la recuperación del sector, a través del ordenamiento del espacio público, que permita respetar el entorno paisajístico, generar nuevas oportunidades de trabajo y la posibilidad de generar una inserción laboral, y la posibilidad de ampliar, mejorar y modernizar los servicios que el sector brinda a la comunidad y a sus visitantes”.
Idas y vueltas
En tanto, el pedido de Montenegro de desalojo de la Saladita se basa en informes producidos por la Secretaría de Seguridad, Obras Sanitarias y la Subsecretaría de Inspección General de General Pueyrredón, que indica que su funcionamiento genera “un riesgo cierto y serio en la seguridad y salubridad públicas”, y que en el lugar se producen “hechos tipificados penalmente”.
En octubre de 2024, el jefe comunal ofreció formalmente que la rambla quede bajo control de la administración municipal con el objetivo de realizar las obras necesarias a través de la inversión privada, mediante el sistema de compensaciones. Para eso, necesitaba que la Provincia cediera el lugar al Municipio.
“No me interesa quién se saca la foto con la obra, dame a mí el control de la rambla y me hago cargo yo, y si no hacé las obras vos. Hay varias zonas de Mar del Plata en las que tiene jurisdicción la Provincia, como la rambla, el puerto y los balnearios de Punta Mogotes. Lo que reclamamos es que esos lugares estén en condiciones, y si la Provincia no se quiere hacer cargo, que se los pase al Municipio”, expresó el intendente en aquella oportunidad.
Poco después del pedido de Montenegro, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, anunció que la Provincia no cedería la rambla y volvió a prometer obras de restauración y puesta de valor del lugar para después de la temporada de verano. (DIB) MM