El operativo de remoción de escombros en el Hotel Dubrovnik, que se derrumbó el martes 29 de octubre en Villa Gesell, continuará “hasta despejar todo el terreno”, según se informó oficialmente. Mientras tanto, este jueves se encontró a Dana Desimone, la última desaparecida. Así, se confirmaron ocho víctimas fatales por el siniestro: Federico Ciocchini, Nahuel Stefanic, María Rosa Stefanic, Javier Fabián Gutiérrez, Mariano Troiano, Ezequiel Matu, Matías Chaspman, y finalmente Dana.
El primer fallecido en ser hallado fue Ciocchini, de 84 años, quien al momento del hecho dormía en su vivienda contigua al Dubrovnik, en el edificio Alfio 1. El jubilado estaba acompañado de su esposa, María Josefa Bonazza (79), la única sobreviviente del colapso que conmocionó a la ciudad balnearia. El matrimonio había viajado desde Balcarce con la intensión de pasar unos días allí. Era hijo de Cleto Ciocchini, un destacado pintor de la primera mitad del siglo pasado, y sobrino del destacado arquitecto Santiago “Tito” Ciocchini, que dejó grandes obras en la ciudad de La Plata. Federico siguió los pasos de su padre y se convirtió en artista. Desarrolló la mayor parte de su carrera en Mar del Plata e incursionó en la escultura.
Dos días después del colapso del edificio fue encontrada sin vida María Rosa Stefanic (52). “Rosita”, como la llamaban quienes la conocían, tenía 52 años y había sido dueña del hotel hasta abril pasado. El Dubrovnik había sido fundado por sus padres, inmigrantes croatas. Su papá era oriundo de la isla de Krk, mientras que su madre había nacido en la ciudad por la cual se bautizó el apart hotel. “Tratamos de seguir el idioma. Seguimos con las canciones. Nos gusta por internet leer los diarios y escuchar música, para no cortar”, relataba Rosita en una entrevista para Bar Croata en 2015.
Tras concretar la venta, Rosa continuó viviendo en el lugar. Allí también residía su sobrino, Nahuel José Stefanic, cuyo cadáver fue hallado el sábado pasado. Nahuel tenía 25 años y vivía allí desde hacía cinco, tras la separación de sus padres.
Cuatro cuerpos
Mientras tanto, en la madrugada del martes 5 de noviembre el equipo de rescate localizó el cuerpo del carpintero Javier Fabián Gutiérrez, quien tenía 54 años y vivía en el partido bonaerense de Merlo. Gutiérrez había viajado a Villa Gesell a mediados de septiembre. Su hermana y su sobrino contaron que se alojaba en una unidad del segundo piso. “Vino a trabajar con el sueño de tener un pesito más para la familia. Vino solo, con sus pocas herramientas. Hablamos con él el lunes a la noche (horas antes de la tragedia), estaba feliz”, revelaron. Luego de varios trabajos en empresas de seguridad, el hombre se había volcado a la carpintería. Tras el derrumbe, se conoció un mensaje de voz que le envió a un allegado y en el que confirmaba el mal estado en el que se encontraba el edificio que estaba siendo refaccionado. “Los de Gesell están invirtiendo un montón de guita en algo que está prácticamente hecho pelota”, decía en el audio.
El mismo día fueron hallados otros tres cuerpos. Uno correspondía a Ezequiel Juan Matu, quien residía en Mar del Plata. Tenía 38 años y era plomero. A lo largo de su vida también había trabajado en otras actividades, como servicios puerta a puerta de correo y mensajería. Vivía en el barrio 2 de Abril, a unas veinte cuadras de la playa Varese.
Otra de las víctimas fue el gasista Mariano Troiano, de 47 años, con domicilio registrado en el barrio Villa Evita de Mar del Plata. Había ido a Villa Gesell para realizar trabajos de plomería y dormía en el hotel para avanzar con la obra sin demoras. Su hija, Karen, contó que su padre había viajado dos semanas antes de la tragedia. “La arquitecta le recomendó que se ponga un seguro de vida, eso me pareció bastante raro porque nunca había solicitado esto para una obra”, dijo la joven en La Nación+. Según precisó, su padre “fue a modificar duchas, baños, y hacer arreglos estéticos de plomería”. Mariano era un apasionado de la pesca, los cuatriciclos y las motos, y disfrutaba pasar tiempo con su familia.
La otra víctima localizada el martes fue Matías Alberto Chaspman, quien vivía en la localidad de Batán, cercana a Mar del Plata. En el Dubrovnik realizaba trabajos de albañilería. El edificio se vino abajo horas antes de su cumpleaños número 28. Era padre de una nena de 6 años.
Finalmente, este jueves los rescatistas dieron con el cadáver de Dana Desimone. Tenía 28 años y era oriunda de Juan Nepomuceno Fernández, un pueblo rural ubicado a unos 80 kilómetros de Necochea. Durante la pandemia había iniciado un emprendimiento que tuvo continuidad en Villa Gesell: una pastelería llamada “Lucky”. También trabajaba en el Hotel Dubrovnik.
El cuerpo de la joven fue hallado en la parte trasera del edificio, pese a que su habitación estaba en la zona delantera del hotel. Javier Alonso, ministro de Seguridad bonaerense, señaló en declaraciones a medios locales que “todo hace pensar que Dana estaba saliendo del edificio, en el portal de la torre. El colapso del hotel la encontró en ese lugar y terminó cayendo bajo los escombros”.
Hasta limpiar todo
Por su parte, los trabajos en el lugar “van a durar hasta llegar a despejar todo el terreno”, aseguró Osvaldo Lori, presidente de la Federación de Bomberos de Buenos Aires, a Noticias Argentinas.
Aunque la idea es remover los materiales desmoronados, las actividades también seguirán para saber si, por casualidad, puede haber allí otra persona que no fue notificada en la cifra oficial.
En tanto, por el colapso hay dos detenidos y otros cuatro imputados. Todos enfrentan cargos por el delito de estrago culposo agravado, en una causa que investiga la fiscal Verónica Zamboni. (DIB) MM
