Después de que la Justicia de Garantías dictara la prisión preventiva del único imputado por el crimen del expiloto de automovilismo Carlos Garrido, la causa se encamina hacia el juicio oral. El fiscal Alejandro Pellegrinelli espera la realización de distintos peritajes para finalizar la instrucción iniciada el 29 de abril, cuando se produjo el crimen en una casa quinta próxima a El Boquerón, a la altura del kilómetro 21 de la ruta 88. Desde el comienzo, el fiscal sospechó del casero Osvaldo Asebedo (35), pero recién contó con pruebas que justificaron su detención el 29 de agosto.
De acuerdo con el diario La Capital de Mar del Plata, a comienzos de este mes, la Justicia de Garantías dictó la prisión preventiva del acusado, quien permanece alojado en la Unidad Penal Nº 44 de Batán. Garrido murió a causa de golpes en la cabeza en la puerta de la casa y su cuerpo fue arrastrado algunos metros, probablemente con la intención fallida de ser cargado en su auto, un Citröen C4. El vehículo apareció incendiado en un camino lateral, a 300 metros de la casa.
Según La Capital, la historia subyacente en este drama policial remarcó las diferencias entre Garrido, su expareja y el propio Asebedo. Meses antes del crimen, Garrido recibió una exclusión de su propio hogar por una denuncia interpuesta por la mujer, quien lo acusó de maltrato y amenazas. Eso sucedió luego de que Garrido había descubierto una infidelidad y que el tercero en cuestión era Asebedo. Pese a esa situación, Garrido no despidió de su trabajo como casero a Asebedo e incluso le permitió seguir viviendo en la casa de servicio del lugar. Sin embargo, en la noche del 29 de abril, ya con la expareja viviendo en Mar del Plata, Garrido decidió volver a su hogar y fue asesinado.
Para el fiscal, siempre existieron sospechas sobre Asebedo, en principio por esas diferencias con Garrido, y luego porque advirtió algunas mentiras en su declaración. También que no coincidía con la expareja de Garrido en cuanto al vínculo que tenían ambos, en algún momento de perfil “clandestino”. Pero además, en la escena del crimen hubo algunos indicios fuertes de que el casero podía estar implicado. El escenario del robo no pareció real, ya que no había faltantes de dinero u objetos de valor en la casa. También por el hallazgo del auto, insólitamente abandonado a poca distancia. Luego, porque la herida en la mano de Asebedo no tenía impacto en la escena del crimen, es decir que no había dejado rastros de sangre ni señales de una mecánica de pelea. También porque su supuesto desmayo no se correspondía con ninguna lesión o traumatismo craneal. Otro elemento sospechoso, enumera La Capital, fue que dentro de la casa de Asebedo los peritos encontraron una bolsa con dos teléfonos quemados, algo que jamás pudo justificar.
El crimen de Carlos Garrido, expiloto marplatense de Turismo Carretera (TC), conmovió el 29 de abril al mundo del automovilismo. Garrido, quien se desempeñaba como comisario deportivo, tenía 65 años y había llegado a la máxima categoría en 1987, luego de haber logrado varios títulos zonales. En el TC, siempre con Chevrolet, ganó dos carreras, ambas en Buenos Aires, sobre un total de 158 competencias, reseñó la Asociación de Corredores de Turismo Carretera (ACTC). (DIB) GML