Desde 2023, el 29 de octubre se conmemora el Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo, declarado por la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) ante la necesidad de “crear sistemas sólidos, resilientes y sensibles a las cuestiones de género y de edad”, que sean “inclusivos de la discapacidad y que respeten plenamente los derechos humanos”.
De esta manera, se busca poner la temática en la agenda de los Estados, con miras a reconocer, valorar y redistribuir el trabajo doméstico, y de cuidado y apoyo a las personas.
Este año, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebra la fecha resaltando la importancia de la Resolución relativa al trabajo decente y la economía del cuidado, que adoptó la entidad en la conferencia celebrada en junio pasado.
En esa línea, la ONU y la OIT plantean que es necesario “reconocer y valorar el trabajo del cuidado remunerado y a los cuidadores como trabajadores esenciales”. Asimismo, “se deben adoptar medidas que combatan los estereotipos de género relacionados con los cuidados y el apoyo, así como los relacionados con la raza, el origen étnico, la edad o el estatus migratorio, para reducir la segregación ocupacional en el trabajo del cuidado”.
De igual modo, la declaración contempla “facilitar la transición del trabajo informal al formal y el trabajo decente, también en lo que atañe al trabajo del cuidado y doméstico remunerado, y crear empleos de calidad en la economía del cuidado y aumentar la recompensa y representación de los trabajadores domésticos remunerados, incluidos los cuidadores”.
El documento toma además la Convención para la Eliminación de toda Forma de Discriminación contra la Mujer, (CEDAW, por sus siglas en inglés), considerada la carta magna en materia de derechos humanos de las mujeres.
El trabajo de cuidados, tanto remunerado como no remunerado, es de vital importancia para el futuro del trabajo decente y el devenir de sociedades más igualitarias donde prime el respeto a los derechos humanos.
El crecimiento demográfico de la población, la prolongación de los años de vida y el envejecimiento de las sociedades, en marcos económicos y políticos de desigualdad y de desarrollo de políticas sociales deficientes, exigen que los gobiernos y los ciudadanos adopten medidas urgentes para regularizar la organización del trabajo de cuidados.
Algunos datos de la OIT:
▪️ La fuerza de trabajo mundial dedicada a la prestación de cuidados está integrada por 249 millones de mujeres y 132 millones de hombres.
▪️ Hasta2030, se prevé que el número de receptores de cuidados ascenderá a 2.300 millones, lo que estará impulsado por 100 millones más de personas mayores y por 100 millones más de niñas y niños de edades comprendidas entre los 6 y los 14 años.
▪️ Las mujeres realizan el 76,2% de todo el trabajo de cuidados no remunerado, ocupando 3,2 veces más tiempo que los hombres. (DIB) ACR