El chef miramarense “Juani” Kittlein fue tercero en el concurso de paella más antiguo de España, que este fin de semana celebró su 63ª edición. El Concurso Internacional de Paella Valenciana de Sueca contó con la participación de 45 cocineros que compitieron por el título de la Mejor Paella del Mundo.
Representando a la Comunidad Valenciana y a España se presentaron 25 cocineros, a los que se sumó la presencia internacional, con exponentes de México, República Checa, Inglaterra y, por supuesto, Argentina, con Kittlein, dueño del restorán “Socarrat”.
De acuerdo con el sitio especializado “Fondo de olla”, Kittlein y su ayudante Juan Mejías, fieles a la receta original, presentaron una paella valenciana que incluía pollo, conejo, caracoles, judías verdes y garrofón (una legumbre verde típica que se utiliza en la preparación tradicional). Su técnica y respeto por la tradición valenciana le valieron el tercer puesto entre 45 restoranes de España y otros países del mundo.
“Arroces, mar y campo por Juani Kittlein en Miramar”, se presenta “Socarrat” en redes sociales, y destaca el segundo puesto en The World Paella Day, hace dos años, también en Valencia. Es que el de este fin de semana fue el segundo reconocimiento internacional para Kittlein, quien el año pasado ya había participado en el 62º Concurso Internacional de Paella Valenciana.
Hace unos nueve años Kittlein se propuso encontrar su propio camino. “Cada cocinero tiene un producto que lo identifica fuertemente. Y yo, en esa búsqueda, pase por todos lados, carnes, pastas, pescados, y nunca me había centrado bien en el arroz. Hasta después de una experiencia en uno de los mejores restoranes de Argentina, el ‘Sarasanegro’, que está en Mar del Plata. Y ahí dije: ‘El arroz me gusta’. Empecé a cocinarlo como se debe, investigar y aprender, me encantó”, contó tiempo atrás en una entrevista.
“Además de gustarme el tema carnes, pescados y verduras, el arroz es un producto muy versátil, muy noble, que se puede adaptar a cualquier producto de los anteriores, ya que combinan muy bien. Ahí dije: ‘Es el arroz’”. Kittlein cuenta que tuvo muy buena recepción de parte de los clientes. “Puse arroces en la carta y anduvo muy bien, funcionó, la respuesta fue increíble. Y ahí otra vez dije: ‘Este es el camino’”.
En el derrotero, lo primero que hizo fue comprarse un libro de Hernán Gipponi, un cocinero argentino especialista en arroces. “Empecé a cocinarlo, tenía buena respuesta de la gente, que al probarlo me decían: ‘Cierro los ojos y estoy en la Costa Blanca, Valencia, Santander’. Y lo curioso es que yo nunca había viajado a España, aprendí leyendo, investigando, viendo material de especialistas, prueba y error”. (DIB) GML