Argentina se presenta como un destino inigualable para los amantes del trekking, ofrece una diversidad de rutas que atraviesan paisajes de extraordinaria belleza. Y en Primavera, sus decenas de circuitos salen a la luz para que los turistas disfruten.
EL CHALTÉN
Emplazado sobre los márgenes de Río Fitz Roy y el Río de las Vueltas, El Chlatén brinda a sus visitantes un paisaje único, aliado a la naturaleza y a las increíbles sensaciones de paz que esto genera. Las excursiones de aventura y las caminatas autoguiadas, le permiten al viajero disponer libremente de su tiempo y acceder a través de los distintos senderos a paisajes enmarcados por los milenarios glaciares y los lagos de la zona.
Tras recorrer 37 kilómetros se alcanza el Lago del Desierto, desde cuyo muelle comienza el paseo en catamarán. Luego de 45 minutos de navegación se arriba a un cerro donde se permite practicar un mini trekking y observar desde la cumbre todo el lago, más la silueta del monte Fitz Roy que parece custodiar el lugar. A muy pocos metros del Lago del Desierto se ubica el sendero que atraviesa un imponente bosque que conduce al glaciar Huemul, recorrido único e ideal para practicar trekking, cuyo paisaje tiene cambios abruptos tanto de luz como de declives. Entre árboles milenarios y tras trepar por piedras y ramas, se llega hasta la laguna Huemul con sus aguas color esmeralda, y todo bajo el majestuoso glaciar que cae desde la cima con gruesas capas heladas.
Los menos entrenados eligen senderos tranquilos, como el que lleva al Salto del Chorrillo o a la laguna Capri. El primero está sólo 4 kilómetros de El Chaltén, toma aproximadamente una hora y es una catarata natural que el visitante califica como atractivo único de la naturaleza. La caminata hasta Capri atraviesa ríos, estepas, praderas, un breve tramo de bosque subantártico y nos brinda extraordinarias vistas del Fitz Roy. También un recorrido es el que lleva a los Miradores Los Cóndores y Las Águilas. La caminata nos brinda una vista panorámica de los macizos Adela, Torre y Fitz Roy y el valle del río De las Vueltas.
Menos conocido que su hermano más famoso, el Perito Moreno, pero de igual o mayor belleza, el Glaciar Viedma, el más grande de Argentina, es increíble. Se lo puede conocer a través de algunas de las excursiones que se contratan desde El Chaltén. Se parte desde Bahía Túnel, donde se aborda un catamarán que desafía las aguas del lago Viedma. Una posibilidad es hacer una excursión de dos horas y media, y que permite al visitante acercarse hasta el glaciar y sus paredones de más de 40 metros sobre el nivel del lago y fotografiar estas moles de hielo milenarias. La otra opción es para los más experimentados, en la que no sólo se navega, sino que el turista puede descender del barco y con los correspondientes grampones puede practicar trekking sobre el glaciar.
TUCUMÁN
Decenas de caminos entre cerros, ríos, cascadas y selvas hacen increíbles recorridos para explorar los rincones paradisíacos de la provincia de Tucumán, que presenta características ideales para practicar el senderismo o trekking para todo tipo de turistas.
El visitante puede elegir el tipo de ecosenda que quiera y la duración del recorrido antes de iniciar la caminata. Los hay cortos, de una a dos horas, o extensos, con una duración que puede superar los dos días. Algunos más complejos para viajeros entrenados y otros para toda la familia, incluido los más pequeños.
Ya sea la caminata dentro del ecosistema de los bosques subtropicales de montaña denominados Yungas, o en los bellísimos valles Calchaquíes, hay circuitos para hacerlos en todo momento del año. Solo hay que calzarse las zapatillas y recorrer a pie las Eco Sendas que la provincia más pequeña del país tiene para sorprender.
Dentro de los senderos sencillos en áreas protegidas está el caso de El Funicular, en la zona de Horco Molle-Yerba Buena y con 45 minutos de duración y dificultad baja; u otras de largo recorrido como son los de Tafí Del Valle, La Ciénaga o Río Grande, donde se aconseja ir acompañado con un prestador activo.
Áreas protegidas ubicadas a muy pocos kilómetros de las principales ciudades ofrecen al turista deseoso de conocer algo nuevo y diferente la oportunidad de disfrutar de caminatas y conectarse con la naturaleza en medio de exuberantes selvas, baños en pozos de aguas cristalinas, cascadas, cañadones o ríos.
En su mayoría, se llega en auto hasta el punto de inicio y están dotadas de señales e infraestructura para que el caminante pueda interpretar qué está viendo y disfrutar con un conocimiento más completo de toda la flora y fauna lugareña.
SAN JUAN
A unos 30 km de Barreal, se encuentra el Parque Nacional El Leoncito, una superficie de casi 90 mil hectáreas y que fue parte, en otra época, de una inmensa estancia. Allí, el turista puede disfrutar paisajes y sensaciones diferentes. Sin embargo, hay un denominador común: viaje en el momento que viaje seguramente la noche será una aliada, ya que alrededor de 280 días al año el cielo está despejado.
Entre las actividades que allí pueden hacerse están las caminatas hacia la cascada “El Rincón”, salto de las aguas del arroyo El Leoncito, al cual se arriba en forma peatonal, o también vehicular. Para aquellos que pretenden ahorrar energías, la caminata de 2 km por el sendero “Paisajes de Agua”, es lo recomendable. También es tentador para los más aventureros el trekking al Cerro El Leoncito, de dificultad media, y con una duración aproximada cuatro horas.
Aunque para aprovechar el cielo cristalino hay que recorrer unos pocos metros y llegar hasta la Estación Astronómica Carlos Cesco o el Complejo Astronómico El Leoncito, que ofrece visitas guiadas para conocer los secretos de la vía láctea y salir con la sensación de que no somos los únicos en este Universo.
El Parque también incluye tramos del Camino del Inca. En las cuevas de Los Morrillos de Ansilta fueron recuperadas diecisiete momias de una antigüedad que oscila entre los 4.000 a 2.000 a.C. Además, pueden apreciarse rocas esculpidas realizadas por los antiguos pobladores junto a restos de huesos de sus presas.