Fundado un 6 de septiembre de 1822, el Banco de la Provincia de Buenos Aires fue la primera entidad de ese tipo en Argentina e Hispanoamérica, la primera en emitir billetes en nuestro país y también la administradora de la primera deuda externa.
Si bien actualmente es el banco público provincial más grande del país, su nacimiento fue otro: en un principio fue una sociedad anónima, con promoción estatal pero capital íntegramente privado, proveniente de los representantes de la elite porteña del naciente Estado argentino.
La idea de contar con un banco propio fue de Martín Rodríguez, gobernador de Buenos Aires, bajo la influencia de su ministro Bernardino Rivadavia. El primer encuentro se realizó el 15 de enero de 1822 en la sede del Consulado de Buenos Aires (actual calle San Martín 137, de Capital Federal), y fue encabezada por el Ministro de Hacienda, Manuel José García.
En ese encuentro se decidió bautizar a la entidad como Banco de Buenos Aires, aunque en los primeros años fue conocido como “Banco de Descuentos”. La entidad fue pionera en muchos sentidos: fue la primera sociedad anónima argentina que alcanzó el millón de pesos en moneda metálica, la primera en emitir un billete en todo Hispanoamérica, y también la primera administradora de la deuda externa argentina.
Los primeros años funcionó en un sector de “la manzana de las luces”, hasta que en 1826 se instaló en el antiguo Consulado. Y en diciembre de 1863 abrió su primera sucursal en San Nicolás de los Arroyos, a la que le siguieron Dolores y Mercedes. Desde entonces, su presencia se extendió en todo el territorio que hoy conforman la Provincia y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Su primera sucursal en La Plata fue inaugurada el 20 de noviembre de 1882, apenas un día después de la fundación de la ciudad. El 19 de abril de 1886 se inauguró la Casa Matriz, ubicada sobre Avenida 7 Nº 726. El edificio proyectado por los arquitectos Juan Buschiazzo y Luis Viglione fue la obra más importante de la Institución durante el siglo XIX.
La primera deuda
Como ministro de Gobierno de Buenos Aires, Bernardino Rivadavia se planteó como objetivo el suministro de agua corriente a la capital, la construcción de obras portuarias, y el establecimiento de pueblos en la nueva frontera interior.
Con estos objetivos, acordó en 1822 con la Junta de Representantes provincial la gestión de una deuda, que dos años después negoció con Baring Brothers de Londres por un millón de libras esterlinas oro. Los fondos del préstamo (que llegaron una pequeña parte en dinero metálico, y la mayoría en letras de cambio) hicieron muy compleja su administración y generaron la primera controversia en torno a la deuda pública de Argentina, puesto que los papeles perdieron valor luego de la Guerra con Brasil, pero el Estado se vio obligado a devolver los fondos en moneda metálica.
En sus casi dos siglos de historia, el Banco Provincia pasó por varios estados y denominaciones. Casi en bancarrota tras la guerra se decidió crear una empresa mixta público-privada, que pasó a llamarse “Banco de las Provincias Unidas del Río de la Plata” o “Banco Nacional”.
A partir de allí, la entidad sufrió los avatares de la agitada vida política de la naciente Argentina: primero funcionó como banco nacional, en 1836 se disolvió como tal y pasó a funcionar como Casa de la Moneda, y recién en 1859, con el Pacto San José de Flores, se logró la autonomía de la entidad respecto de las decisiones de la Nación. Finalmente, el 24 de octubre de 1863 el Senado de la Provincia le cambió su denominación por la actual “Banco de la Provincia de Buenos Aires”.
No fue sino hasta pasados más de 120 años de su fundación que el Banco Provincia pasó a ser una entidad exclusivamente pública. El responsable del cambio fue Arturo Jauretche, quien asumió la presidencia el 7 de octubre de 1946, durante el gobierno peronista de Domingo Mercante. Por entonces el Banco seguía siendo una entidad mixta organizada como sociedad anónima, pero estaba en riesgo nuevamente de quebrar. Ante esto, Mercante dispuso la estatización total de la entidad a partir de la compra de los títulos a los accionistas privados, que representaban el 50% del capital emitido.
Entre los múltiples hitos en la historia de Banco Provincia, se destacan: el primer crédito hipotecario argentino (1856); el primer crédito del país diseñado específicamente para el sector agropecuario (1941); la creación de planes de vivienda y la construcción de conjuntos habitacionales en la provincia de Buenos Aires (1962); la incorporación del servicio de tarjetas de crédito Visa (1980); la inauguración de su propia red de cajeros automáticos (1989); la creación del Grupo Provincia, un holding de empresas de servicios financieros (1997); el nacimiento de Provincia Microcréditos, una empresa destinada a brindarles financiamiento productivo a trabajadores y trabajadoras independientes que no tienen acceso al sistema bancario tradicional (2009); la creación del primer comité de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual del sistema financiero argentino (2020).
Históricamente, Banco Provincia se ha caracterizado por ser una institución inclusiva. En 1919 incorporó la primera trabajadora, en un contexto mundial donde la mujer se incorporó al mercado laboral durante la primera guerra mundial. Hacia 1960 ingresó el primer trabajador con discapacidad y se inició así una cultura interna que promueve la diversidad en todas sus formas. A partir de 1984, con el retorno de la democracia, fue la primera entidad financiera que fomentó la incorporación de más de un centenar de veteranos de la Guerra de Malvinas. (DIB)