Con un tinte alimentario común, conocido como tartrazina, científicos de la Universidad de Stanford y la Universidad de Texas lograron un avance sin precedentes en el campo de la biomedicina y lograron volver transparente la piel de ratones vivos.
De esa manera, se puede ver con claridad a través de la piel los vasos sanguíneos y los órganos subyacentes, lo que podría cambiar radicalmente el diagnóstico médico y las terapias de enfermedades, desde la extracción de sangre hasta el tratamiento del cáncer.
En el estudio, publicado en la revista Science el viernes pasado, el equipo señaló que la tartrazina es un tinte biocompatible y seguro que se elimina del cuerpo en 48 horas a través de los desechos.
El compuesto es conocido como “colorante amarillo n° 5″ en la industria alimenticia, y suele utilizarse en los snacks como papas fritas, nachos y golosinas teñidas de ese color intenso. La tartrazina está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y también se conoce como FD&C Amarillo #5.
“De cara al futuro, esta tecnología podría hacer que las venas sean más visibles para la extracción de sangre, facilitar la eliminación de tatuajes con láser o ayudar en la detección temprana y el tratamiento de cánceres”, señaló Guosong Hong, profesor adjunto de Ciencia e Ingeniería de Materiales en la Universidad de Stanford y coautor del estudio en un comunicado de la Fundación Nacional de Ciencias de los Estados Unidos.
Aunque aún está en fase experimental, las implicaciones de este descubrimiento son enormes, tanto para la medicina como para la investigación biológica.
Los científicos aún deben investigar si el procedimiento será efectivo en la piel humana, que es aproximadamente 10 veces más gruesa que la de un ratón. Sin embargo, consideran que la posibilidad resulta prometedora y abre la puerta a futuras aplicaciones.
Los investigadores explicaron que este fenómeno ocurre porque la solución de tinte dobla la luz de manera que coincide con los componentes de la piel, como las grasas, lo que reduce la dispersión de la luz y permite que esta atraviese el tejido. (DIB)