Horacio Rosatti fue reelegido como presidente de la Corte Suprema para los próximos tres años, tras una votación propuesta por Juan Carlos Maqueda, quien este año abandonará el máximo tribunal porque cumplirá 75 años y el gobierno nacional decidió no prorrogarle su magistratura.
En su lugar, el presidente Javier Milei empezó los trámites para que sea reemplazado por el académico Manuel García-Mansilla.
Carlos Rosenkrantz, en tanto, fue elegido para continuar como vicepresidente. Ambos jueces contaron con los votos propios y el de Maqueda; mientras que Ricardo Lorenzetti se abstuvo.
Con esta decisión de la Corte, Rosatti seguirá presidiendo además el Consejo de la Magistratura, el organismo que selecciona y controla a los jueces nacionales y federales, y que administra el Poder Judicial. Por ley, el presidente de la Corte es titular además del Consejo.
La renovación de autoridades se da en medio de un delicado momento político de la Corte: el quiebre interno que se generó con la elección de Rosatti hace tres años dejó expuestas las diferencias entre Lorenzetti y sus compañeros, que desde entonces no hicieron más que profundizarse.
Además, la Corte enfrentará a partir del año que viene un panorama incierto. Con los pliegos de García-Mansilla y Ariel Lijo -también propuesto por la Casa Rosada para integrar el cuerpo- frenados en el Senado, el Tribunal comenzará a funcionar sólo con tres miembros.
La reelección de Rosatti implica un revés para Lorenzetti, quien intentaba que la decisión se produjera después de la incorporación de Ariel Lijo. La ratificación de Rosatti en el cargo marca una nueva expresión del poder que ejerce el trío que se consolidó dentro de la Corte y dejó en soledad a Lorenzetti, que en 2018 perdió la presidencia, después de más de una década en ese cargo. (DIB)