Viena mantuvo este año su puesto de ciudad con mejor calidad de vida del mundo por tercer año consecutivo, según la clasificación de la revista The Economist, que degradó la nota de Tel Aviv, en Israel, por la guerra contra Hamás en Gaza. A la capital austriaca le sigue Copenhague, capital de Dinamarca, la ciudad suiza de Zúrich, Melbourne en Australia y Calgary en Canadá, según la clasificación de la Unidad de Inteligencia de la revista (EIU).
Entre las 10 ciudades con mejor calidad de vida figuran cuatro europeas, dos norteamericanas y cuatro de la región Asia Pacífico. “Europa occidental sigue siendo la región más habitable”, indica un comunicado de la EIU.
El grupo de análisis resalta sin embargo que sus índices de estabilidad disminuyeron por “crecientes casos de protestas (…) sobre una variedad de temas”, desde el ascenso del extremismo de extrema derecha hasta la política agrícola de la Unión Europea y las políticas en contra de la inmigración. Viena ya era la ciudad más habitable del mundo entre 2018 y 2020 y nuevamente desde 2022.
Viena obtuvo la máxima puntuación en términos de estabilidad, atención sanitaria, educación e infraestructura. La calidad de vida de las ciudades aumentó ligeramente el año pasado, pero la “mejora es sólo marginal, frenada por conflictos geopolíticos, disturbios civiles y una crisis inmobiliaria en muchas ciudades” en medio de la inflación, señala el comunicado.
Qué visitar en Viena
Palacio de Shönbrunn
Este palacio fue la residencia de verano de los Habsburgo y es desde el siglo XIX uno de los lugares que visitar en Viena. Forma parte del Patrimonio Mundial de la Unesco y hay quien le denomina el Versalles vienés. Merece la pena dedicar al menos una mañana completa a conocer este sitio. Pasear por los jardines y ver el exterior de edificio no requiere el pago de ninguna entrada. Sin embargo, si se quieren conocer las estancias abiertas al público habrá que adquirir una entrada.
Catedral de San Esteban
Este templo católico lleva en la ciudad desde el siglo XII. Inicialmente levantada en estilo románico, hoy la catedral es el mayor edificio gótico que visitar en Viena. El acceso a su nave izquierda es gratuito mientras que para acceder a la nave central hay que pagar entrada. Son muchos los elementos destacados del interior de San Estaban, como su púlpito gótico o su altar barroco. Pero sin duda lo que más impresiona de esta Catedral es su exterior. En origen debía contar con dos altas torres, pero cuando se finalizó la primera, era tal su tamaño que no quedó espacio para construir la torre gemela. La altura de esta torre es de casi 137 metros. Se puede subir hasta un mirador que ofrece las vistas más bonitas del centro de Viena.
Palacio Imperial de Hofburg
Ubicado en el corazón de la capital austriaca, este sitio es uno de los imperdibles. Se trata de un conjunto palaciego en el que vivieron los Habsburgo desde el siglo XIII hasta 1918, cuando tras la Primera Guerra Mundial, Austria pasó a ser una República, siendo hoy el presidente del país quien se aloja allí. Distintas alas, patios e iglesias forman parte del este palacio levantado en distintos estilos arquitectónicos. Merece la pena conocer su exterior, curiosear por sus patios y ver los distintos edificios palaciegos desde los parques que rodean el Hofburg. (DIB)