El Gobierno llegó a un acuerdo con la Universidad de Buenos Aires (UBA) para la actualización del 270% de su presupuesto, tras la masiva marcha realizada el 23 de abril pasado. No obstante, las otras casas de estudio del país quedaron afuera de esa negociación y exigen un incremento en el mismo sentido. “No aceptamos que existan estudiantes de primera y de segunda”, señalaron en un comunicado en el que denunciaron “discriminación”.
Fue el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) el encargado de plantear el malestar y de advertir que esperan que las otras 59 universidades de todo el país, sean tratadas de igual manera.
“Resulta inadmisible y provocador que se reconozca solo para una universidad y no para la totalidad del sistema que reúne a un conjunto de 60 universidades a lo largo y a lo ancho de todo el país, que representan a dos millones de estudiantes de las universidades argentinas”, cuestionaron.
“Rechazamos cualquier metodología que promueva la división entre universidades y dentro de las universidades. No convalidaremos ningún intento de división, ni priorizaremos nunca ningún atajo. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) no resigna lo que cree. No es solo un problema de recursos, es también de principios”, dijeron en el comunicado.
A su vez, también recordaron los demás reclamos de las universidades: actualización salarial, el sostenimiento y el fortalecimiento del sistema científico y tecnológico, actualización del monto destinado a becas estudiantiles y la recuperación de las obras de infraestructura hoy paralizadas.
En tanto, la UBA suspendió la emergencia presupuestaria declarada el pasado 10 de abril. Así lo resolvió el Consejo Superior de la casa de altos estudios tras llegar al acuerdo con el Gobierno. Esa situación generó tensión con las demás universidades.
El propio Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA, celebró el acuerdo en sus redes sociales, aunque también reclamó que “esta corrección sea para todo el sistema y no solo para la UBA”.
“Vamos a seguir reclamando por los salarios docentes y nodocentes que perdieron más de un tercio de su capacidad económica en 4 meses, por los recursos para CyT y las obras de mantenimiento de los edificios y laboratorios”, anticipó el rector desde su cuenta de X.