La obra artística de Florencio Molina Campos, muy arraigada a la identidad nacional y de la provincia de Buenos Aires, volverá a exhibirse en territorio bonaerense en un trabajo de recuperación patrimonial considerada histórica.
Tras la finalización de su puesta en valor y arribo de obras originales, el Municipio de Moreno anunció que reabrirá las puertas del Museo de Florencio Molina Campos en la localidad de La Reja, más precisamente en la antigua casona del pintor gauchesco que permaneció cerrada al público y en estado de abandono por ocho años.
Con sus gauchos desgarbados, sus caballos de ojos saltones y los ranchos con palenque, el artista Florencio Molina Campos se convirtió en un emblema de la cultura nacional y vuelve al distrito de Moreno, donde vivió durante casi tres décadas y fue “un vecino más”.
“La Fundación Molina Campos pronto va a reabrir el museo, que también padeció el desgaste de la falta de mantenimiento por varios años y ahora está siendo refaccionado por el Municipio para que toda la comunidad pueda volver a disfrutar de uno de nuestros patrimonios culturales más importantes”, anunció Mariel Fernández, intendenta de Moreno.
La reinauguración se llevará a cabo la primera semana de junio, cuando los vecinos y visitantes podrán acercarse al rancho “Los Estribos”, el cual se encuentra ubicado entre la esquina de las calles López Buchardo y El Maestro.
Cuando se definan días y horarios, los concurrentes tendrán la posibilidad de disfrutar de un total de 132 plásticos y más de 1.000 objetos personales inéditos del distinguido pintor bonaerense.
Durante años, estas obras quedaron totalmente abandonadas y, tras la intervención de la Inspección General de Justicia, la Fundación Florencio Molina Campos y el Gobierno Provincial, fueron trasladadas al Complejo Museográfico Enrique Udaondo y el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti.
Florencio Molina Campos nació el 21 de agosto de 1891. De niño visitaba durante las vacaciones la estancia de sus padres en el pago del Tuyú, hoy General Madariaga, provincia de Buenos Aires. Allí vio por primera vez a los gauchos, los caballos y la inmensidad de nuestra Pampa, imágenes que se impregnaron en su memoria y que lo acompañarán durante el resto de su vida.
A partir de la publicación de los legendarios almanaques de Alpargatas, su fama internacional como pintor, su estancia en Moreno y sus conocidas obras, las muestras ahondan en su vida, estilo y en la recuperación de su historia. (DIB)