El fiscal Alejandro Pellegrinelli imputó por el homicidio del expiloto Carlos Garrido al casero de la propiedad próxima a Batán, en la localidad bonaerense de Mar del Plata, en donde el lunes por la noche ocurrió el hecho.
Los investigadores habrían encontrado fuertes inconsistencias en el relato de Osvaldo Asebedo, de 35 años, quien, de todos modos, no quedó detenido a la espera de que se agreguen algunas pruebas más al expediente, según informó el diario La Capital de Mar del Plata.
Asebedo había sido la única persona que se hallaba junto a Garrido dentro de la casa quinta de Ruta 88 Km 21,8 cuando se produjo el ataque y aseguró como testigo que él también había recibido golpes y perdido el conocimiento, por eso no recordaba detalles del hecho.
Además, el ahora imputado había sido internado en la misma noche del lunes en el Hospital Interzonal por presentar una herida de arma blanca en una mano. También porque, al llamar al 911 desde la finca para avisar del hecho, indicó que había sido golpeado y perdido la conciencia.
De acuerdo a los informes forenses, Garrido fue atacado a golpes en la puerta de su casa y todo parece indicar que el asesino empleó un palo o elemento similar, de peso, contra su cabeza.
A unos 300 metros de allí, apareció incendiado el automóvil Citroën de la víctima, en una escena que desconcierta a los investigadores pero que descarta casi de plano un supuesto robo.
Por otro lado, había dos valiosos relojes dentro de la casa de Garrido y a la vez, en los bolsillos de él, la policía encontró 27 mil pesos, lo que le quita peso a la hipótesis de robo. (DIB)