El flamante Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, intentó hoy una victoria política que acompañe su designación pactando el tratamiento del proyecto de Ley Bases y el paquete fiscal en el Senado en una reunión de más de dos horas con los jefes de las bancadas de la oposición dialoguista y la vicepresidenta Victoria Villarruel, pero aunque mencionó la posibilidad de un “consenso”, aun no se aseguró el avance.
“Mañana se va a empezar a circular un dictamen sobre el que hay consensos. Si no hay dictamen, seguiremos esperando a que haya dictamen”, dijo Francos a la salida de ese encuentro, en el que se buscó asegurar la firma del dictamen en un plenario de comisiones mañana, algo que aún no estaría cerrado. Pero abrió el paraguas: al afirmar que si no hay dictamen seguirán esperando aceptó que son todavía serios los problemas para llegar un acuerdo
El gobierno negocia todavía cambios a la norma que tienen que ver con la aplicación del Impuesto a las Ganancias en las provincias patagónicas; aspectos del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). También se conversa sobre la inclusión o no de Aerolíneas y el Correo entre las empresas privatizables.
En la reunión que encabezó Francos no estuvieron invitados estuvieron invitados senadores como Martín Lousteau (UCR-Capital), Guadalupe Tagiaferri (Pro-Capital) y José María Carambia (Por Santa Cruz), los opositores “dialoguistas” -por fuera de UxP y la izquierda- quienes sostienen las diferencias más severas con los proyectos del Gobierno y todavía no definieron si apoyarán o no los despachos de comisión que impulsa el oficialismo.
La hoja de ruta que busca establecer el gobierno implica un dictamen del plenario de comisiones mañana, para avanzar luego la semana que viene con el tratamiento en el recinto de la cámara Baja y finalizar en Diputados antes del 20 de junio, fecha patria que el Presidente Javier Milei podría aprovechar para firmar finalmente el “Pacto de Mayo” con gobernadores.
En algunos despachos libertarios de la Cámara alta al tanto de las conversaciones confían en que los más díscolos pueden firmar un dictamen en minoría, con lo que permitirían destrabar la situación. Con sus rúbricas en un texto alternativo, sumadas a las del despacho que impulsará el oficialismo, que contaría con el apoyo en disidencia de algunos legisladores de la oposición moderada, se estarían pronunciando la mitad más uno de los miembros de las tres comisiones y, así, los proyecto tendrían luz verde para avanzar al recinto a una sesión que se convocaría para la primera semana de junio.
Si se registra este escenario, el kirchnerismo podría imponer su rechazo de plano a ambas iniciativas como dictamen de mayoría. Esto implica que sería lo primero que se votaría en la sesión una vez agotado el debate en general. Por el momento, la bancada que conduce José Mayans (Formosa) no tiene los números para asestarle al Gobierno el duro golpe político de que sus proyectos naufraguen en la Cámara alta. (DIB)