De cal y de arena: testimonios del segundo paro de la CGT contra el Gobierno de Javier Milei

Historias de gente de a pie se viralizaron en redes sociales, dando cuenta de cómo afectó el paro a quienes tenían que trasladarse o no pudieron adherirse a la medida.

El testimonio de un cocinero que no pudo adherirse al paro y tuvo que pagar un remís para asistir a trabajar.

El segundo paro general contra el gobierno del presidente, Javier Milei, dejó en las redes sociales testimonios viralizados de gente de a pie, que se vio más o menos afectada por la medida de la Confederación General del Trabajo (CGT). Las situaciones concretas, de alguna forma contextualizan cómo puede repercutir sobre todo la falta de transporte público en la vida cotidiana de quiénes no pueden adherirse a la medida de fuerza, o transitan situaciones de salud impostergables, o deciden no parar.

Uno de los videos más celebrados como tendencia en X fue el de un niño que festejó que su maestra no adhirió al paro, en una escuela de Ramos Mejía. Con soltura y simpatía, el niño habló en un móvil de TN, valoró a la docente y se mostró notablemente contento por haber tenido clases.

La otra cara de la jornada, más triste, tuvo como protagonista a un cocinero que contó también por TN que gastó mucho dinero en un remís para poder ir a trabajar desde el barrio de Liniers hasta el microcentro porteño.

Una mujer de Ciudad Evita, partido de La Matanza, también dejó un testimonio doloroso: contó que tuvo que quedarse a dormir en el barrio de Caballito para no perder su sesión programada de quimioterapia y detalló los altos costos de coche de aplicación para ir al hospital y, eventualmente, para volver a su casa.

En otro móvil, por C5N, un hombre arremetió contra el sindicalismo, dijo que al país se lo saca adelante trabajando, y le agradeció a su encargado que lo pasó a buscar para poder cumplir con la jornada laboral.

(DIB) ACR

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