La Justicia dio a conocer los fundamentos de la pena a un año de prisión que recayó sobre el exfutbolista Jorge Martínez, director técnico del equipo femenino de Boca condenado por abuso sexual simple. En el fallo se puso énfasis en la importancia de juzgar este tipo de hechos con perspectiva de género. Además, el juez ordenó que se dé intervención al Departamento de Genética del Cuerpo Médico Forense para que, una vez que la sentencia quede firme, se obtenga y extraiga el perfil genético de Martínez con el objetivo de que sea remitido al Banco de Datos Genéticos.
El juez consideró que los hechos analizados configuraban el delito de “abuso sexual simple”. Explicó que la situación acreditada en el debate oral constituye además un acto discriminatorio en contra de la mujer cometido en un contexto de violencia de género ocurrido en el ámbito laboral en donde se desempeñaban ambas partes.
“Un testimonio único que resulta verosímil, que se mantuvo coherente en las innumerables declaraciones que realizó la víctima -no solo en el ámbito judicial, sino también, en el ámbito privado- y que, a su vez, coincide con las declaraciones de los testigos que se presentaron al debate. Dicho eso, me pregunto: ¿sacó algún beneficio la víctima con llevar esta denuncia a la justicia un año después de sucedido el hecho? No, ninguno. Al contrario, se perjudicó”, remarcó el juez Sergio Paduczak en los fundamentos que reproduce este jueves el sitio Fiscales.
“No puede reprochársele a la víctima que muchos actos de violencia culturalmente son aceptados y no se toman como tal, lo que no implica que no lo sean y que al reconocerlos se deba, desde el ámbito que uno ocupa, denunciarla, hacerla visible y buscar la forma de remediar esa situación silenciosa de violencia que se viene generando”, agregó el magistrado, integrante unipersonal del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº 22, según el fallo que se dictó en abril y que se conoció publicado hoy.
“El acoso sexual en el trabajo es una forma de discriminación y violencia por razón de género que tienen lugar cuando confluyen características de personalidad del agresor y un entorno laboral que lo favorece, lo permite o lo tolera”, destacó el juez, quien resolvió que Martínez deberá realizar un taller de integridad sexual dictado por la Fundación Fepais y tendrá que acreditar 300 horas de tareas no remuneradas en una sede de Cáritas. Además, debe abstenerse de promover todo tipo de contacto, tanto físico como telefónico o por cualquier medio, con la denunciante.
La condena a Jorge Martínez, hecho probado
De acuerdo con el fallo judicial, el juez Paduczak dio por probado que el 30 de marzo de 2022, en el Complejo Deportivo “Pedro Pompillo” de Boca, Martínez se acercó por detrás y le tocó el glúteo del lado derecho a la denunciante, para luego sacarle el celular que tenía guardado en su bolsillo y manifestarle: “Tomá, acá guardás todos tus secretos”. Según la resolución, ninguno de los testigos objetó la presencia de ambos ese día en aquel lugar.
Acto seguido, la denunciante increpó a Martínez y le dijo que no la toque nunca más, a lo que el DT se retiró del lugar riéndose. La secuencia fue relatada por la mujer a varios integrantes del club: preparador físico del plantel femenino, DT de la reserva, médicos y jugadoras del equipo, entre otras personas.
Siempre según consigna el sitio Fiscales, la joven enfrentó al denunciado en la previa de un partido que se jugaba en el predio de Casa Amarilla y le preguntó las razones por las cuáles la había tocado. Además, le refirió que le provocaba constantes intimidaciones y le avisó que no quería mantener ningún contacto más con él y que no trabajaría para él. “A partir de ese día, no tuvo más contacto con el imputado, lo que dio origen a una odisea dentro de su desempeño en el club, ya que cambió su forma de vestir, el lugar donde estacionaba su auto de donde salía a escondidas para que no la vieran”, describió el juez.
Luego de una fallida reunión con integrantes del club relacionados con el equipo femenino, la denunciante se comunicó con Jorge Bermúdez, integrante del Consejo de Fútbol de Boca, quien le habría dicho que estaba en tema y que se ocuparía. Hizo lo propio con Raúl Cascini y Marcelo Delgado, exjugadores que actualmente desempeñan tareas en la institución. A su vez, la denunciante agregó que se encontraban en total conocimiento -desde el día del hecho- el presidente, el vicepresidente y el gerente del departamento de prensa del club, quienes le anunciaron que Adriana Bravo -vicepresidenta y presidenta del departamento de igualdad y género de la institución- estaba al tanto.
Durante un mes, la asistente no acudió a su trabajo. En enero de 2023 retornó para cumplir con tareas y un mes después, como todo continuaba en los mismos términos con Martínez, avanzó en la denuncia en Recursos Humanos y en el Departamento de Igualdad y Género del club. Tras una reunión, le solicitaron que al día siguiente fuera a trabajar, a lo que la denunciante les indicó que el protocolo preveía que debían desplazar de su cargo a la persona denunciada. La respuesta fue que no se podía tomar esa decisión, por lo que la mujer solicitó días de vacaciones, luego una licencia y durante ese transcurso presentó la denuncia judicial, en marzo de 2023. (DIB) GML