Cielos mágicos: los mejores pueblos bonaerenses para mirar las estrellas

El denominado astroturismo tiene como escenario a la zonas rurales de los destinos turísticos bonaerenses.

Lejos de la contaminación lumínica y en armonía con la naturaleza, la práctica del astroturismo es cada vez más popular, también entre turistas extranjeros que visitan la provincia de Buenos Aires.

Los municipios de Navarro y Alberti ofrecen alternativas para explorar la inmensidad del cielo durante la noche a través de telescopios o a simple vista, en compañía de historias sobre comunidades originarias y culturas ancestrales.

El pueblo de Navarro se caracteriza por el silencio de sus calles y la tranquilidad de sus habitantes. La combinación de sus factores hacen de este lugar el sitio perfecto para desarrollar el astroturismo.

La actividad nació en el verano del 2021/2022. Fue en la costanera de la laguna con el espectáculo Grandes Viajes de la Humanidad, donde se cuentan relatos sobre  el Titanic o el primer viaje a la luna musicalizados con temas de películas.

“Creo que vincular las charlas con una historia humana ayuda a conectar de una forma más personal con la astronomía”, afirmó el guía y divulgador científico Ezequiel Brahim.

Otro evento que ocurre ante la majestuosidad de las noches en el pueblo es Freddie en las estrellas: observación del cielo, acompañada por esferas de led que representan el sistema solar, invitan a atravesar un viaje por las emociones, el asombro, la risa y la conexión con los sentimientos más profundos. Cómo nacen, se reproducen y mueren esas maravillas que nos deslumbran llenas de brillo en el cielo, un relato surcado por la vida y  música del artista icónico de Queen.

En la sala de cine del Gran Navarro los más pequeños pueden disfrutar del espectáculo En cometa por el sistema solar, donde la imaginación convoca a emprender una gran aventura a bordo del cometa halley recorriendo todo el sistema solar y los fenómenos que se pueden encontrar en el cosmos, desde estrellas fugaces hasta la extinción de los dinosaurios por la caída del meteorito.

“Mi objetivo es que en cada presentación el público atraviese diversas emociones mientras aprenden nuevos conceptos astronómicos y que comprendan que hay mucho más para ver que las Tres Marías”, finalizó.

Alberti, capital de la observación astronómica en la Provincia

El Complejo de Observación y Divulgación de la Ciencia Cielos Albertinos, que funciona en el predio de la escuela Inocencio Arias, municipio de Alberti, surgió como proyecto del Club de Ciencias local.

“Primero fue el club que conformamos con diferentes escuelas del distrito. Realizamos estudios astronómicos en los patios de las escuelas y en las plazas y cada vez había más entusiasmo. Así llegamos a cumplir el sueño del observatorio”, contó Marcos Santarrosa, director del centro científico y turístico.

Alberti, capital de la observación astronómica en la Provincia.

El sitio se convirtió en un espacio de referencia para la educación y el turismo. Con cada luna nueva grupos de astrofotografos y astrónomos amateurs llegan al lugar para tomar imágenes espectaculares. Durante ese periodo las condiciones del cosmo son más claras y posibilitan descubrir nuevos objetos.

Además la institución sostiene una agenda de actividades permanentes para la comunidad. Historias del cielo da cuenta de cómo los pueblos antiguos tenían al cielo como recurso fundamental para la agricultura y ganadería. Las visitas guiadas por el predio son un clásico: incluyen una charla informativa sobre la historia del observatorio y otra científica sobre temas de astronomía.

Otro imperdible que ya dejó huellas son los campamentos que combinan ciencia,  educación y ambiente, con iniciativas de cultivo orgánico.

“Para usar los telescopios necesitamos que el cielo esté limpio. Entonces, contamos leyendas de civilizaciones autóctonas y las cruzamos con los signos zodiacales”, detalló el astrofotógrafo Maxi Falieres, a cargo de la actividad.

Este centro de divulgación regional es único en la Provincia. Depende de escuela pública y un despliegue de trabajos curriculares y extracurriculares de aprendizaje y exploración que incluyen el estudio de la flora y fauna autóctonas.

“Mi curiosidad como docente me llevó a trasladar el aula al aire libre. Mi objetivo era generar prácticas atractivas que deslumbren a los estudiantes”, afirmó Santarrosa. (DIB)

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