Por Manuel Tejo, de agencia DIB.

“En el desembarco de los ingleses al Río de la Plata ya estaban los talares bonaerenses presentes, fueron testigos”, dice Leonardo Cremaschi, guardaparque desde hace 25 años y hoy encargado de la Reserva Natural El Destino. Y agrega: “Muchos ven un monte de talar y piensan solamente plantas. Es mucho más que eso. Es nuestra propia identidad”.

El Destino es una reserva natural privada de 1.900 hectáreas administrada por la Fundación Elsa Shaw de Pearson y por el Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires. Se encuentra en el distrito de Magadalena y tiene el fin preservar parte de la flora y fauna autóctona de la provincia de Buenos Aires.

“La prioridad de conservación de El Destino son los talares, que se distribuyen desde el norte de la provincia y hasta el sur casi llegando a Mar del Plata”, explica Cremaschi en diálogo con DIB. 

Los talares bonaerenses son formaciones boscosas nativas (con especies como tala, coronillo, aromo, sombra de toro, molle y ombú) que se encuentran en zonas de barrancas en el nordeste de la provincia y bajan hacia el sur en líneas de conchilla sobre la llanura, entre el sector costero y la ruta 11. Sus orígenes están vinculados al ingreso del océano sobre tierra hoy continental, hace miles de años atrás. 

“Cuando el mar fue retrocediendo fue dejando líneas de conchilla. En esas líneas de conchilla es donde se depositan los talares de la zona”, aclara el guardaparque de El Destino.

Sector costero de El Destino. (Reserva Natural El Destino)

El peligro de una especie invasora

Los talares de la provincia de Buenos Aires se ven afectados por varias actividades humanas como la urbanización, la producción agropecuaria, la forestación y la extracción de conchilla, entre otros factores negativos. También, en sectores protegidos como El Destino, uno de los mayores peligros que afrontan es la expansión del ligustro como especie invasora.

Trasladas por aves que comen sus frutos, las semillas del ligustro llegan a los depósitos de conchilla en los que se encuentran los talares del centro y sur de la provincia. Allí, la planta invasora empieza a crecer y de a poco le gana la copa a la especie nativa. 

“Una vez que el ligustro se posiciona en el techo de esos montes, le roban luz y agua a los talares. Entonces, las plantas que cuidamos nosotros empiezan a morir”, dice Cremaschi.

Y cuenta: “Ya he encontrado montes muy importantes de talas muy viejos ya muertos. Han muerto talares de 400, 500 y capaz más años también. Un bosque de talar muerto se pone todo negro. Es una fotografía terrible”.  

Cremaschi viene trabajando en el control de exóticas, entre las que se encuentra el ligustro, junto a la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata.  

“Es urgente empezar ya a erradicar esta especie”, dice.  

La mariposa escarapela 

El Destino se encuentra en el sector de la Reserva de la Biosfera Parque Costero del Sur que abarca a los partidos de Magdalena y Punta Indio. Toda la zona también tiene representados otros ecosistemas como las costas del Río de la Plata y los pastizales.  

En la reserva se pueden observar zorros pampeanos, hurones, peludos, mulitas, gatos monteses y, aunque son más difíciles de avistar, también hay pumas. Además, es un emblema de la zona la mariposa “bandera argentina” que se alimenta del coronillo.  

La mariposa “bandera argentina” que se alimenta del coronillo. (Reserva Natural El Destino)

En 2014, en el marco de un trabajo con guardaparques, la Escuela de Educación Especial N° 501 de Punta Indio creó una escarapela con forma de mariposa para concientizar sobre la conservación de la “bandera argentina”, del coronillo y los bosques nativos. El emblema puntaindiense ha cruzado las fronteras del distrito y hasta llegó a utilizarlo en algún acto la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. 

Un lugar para contemplar

Cremaschi es guardaparque desde hace 25 años. Empezó en la Reserva Natural Punta Lara y también estuvo 11 años en la Estancia San Juan. Conoció El Destino en 2005 por un viaje de turismo y continuó yendo en los siguientes años hasta que en 2021 quedó a cargo de la misma. 

 

La reserva cuenta con una casa museo (en el viejo casco de la estancia), senderos, jardines ingleses y un camping. “Es un lugar para contemplar. A la gente le recomiendo que si se pueda quedar una noche que lo hagan. Vale la pena”, concluye. (DIB) MT  

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