El Gobierno nacional habilitará a las terminales automotrices a acceder a importaciones de piezas con aranceles más bajos a cambio de que produzcan modelos nuevos que puedan exportar a la región, con la condición de que reemplacen, en un período de cinco años, esas compras al exterior por insumos fabricados de manera local.
Se trata de un régimen especial para el sector que trabajó el Ministerio de Economía y que fue anunciado este lunes por Sergio Massa en un acto en la planta de Toyota en la localidad de Zárate. Será un esquema distinto al que fue aprobado por ley y reglamentado recientemente por el Poder Ejecutivo.
El régimen promocional tiene el objetivo desarrollar en Argentina plataformas de producción de modelos regionales que proyecten aumentar el componente local y fomentar las exportaciones.
En ese marco se inscribe el anuncio de producción del vehículo comercial Hiace, que hasta hoy se produce solamente en la filial central de la marca en Japón. El acto se realizó en la planta de Toyota de Zárate, donde la firma automotriz anunció una inversión de US$50 millones para comenzar a producir ese vehículo para el mercado local y sudamericano.
El encuentro contó con la presencia del secretario de Industria, Ignacio De Mendiguren; el secretario general Smata, Ricardo Pignanelli; el CEO de Toyota Latinoamérica, Masahiro Inoue; y el presidente de Toyota Argentina, Gustavo Salinas.
Allí, Massa afirmó que el nuevo Régimen de Impulso a la Producción de Vehículos que impulsa el Gobierno nacional permitirá consolidar el camino iniciado en los últimos años de “transformar a la Argentina en una plataforma de exportación regional del sector automotriz y autopartista”.
“El régimen le da desde lo jurídico y lo impositivo, la disponibilidad de divisas y sobre todo la construcción de una cadena de valor, la oportunidad al sector automotriz de consolidarse en el país, pero también para regionalizarse y transformar a la Argentina en proveedor y vendedor, de autos, camionetas, camiones y maquinaria agrícola hacia la región y al mundo”, dijo.
El régimen tendrá como beneficio para las empresas que podrán importar partes con aranceles más bajos que el 35% actual hasta el 14%, es decir un recorte de 21 puntos porcentuales. Las compañías podrán hacerlo sólo para producir modelos nuevos. Habrá, en este punto, dos condicionalidades.
En primer lugar, las terminales deberán iniciar un proceso para reemplazar esas importaciones con proveedores locales. Habrá distintas metas a lo largo de un plazo de cinco años. Cuando finalice ese lapso, deberán tener entre el 15% y el 20% de sus insumos integrados de manera local. Solo en el primer año ya debería integrar el 10% de esos insumos en el país.
Y por otra parte, habrá también un objetivo de balanza comercial. Las empresas que ingresen al régimen deberán tener, al segundo año de adhesión, un saldo entre las importaciones de partes y exportaciones de vehículos terminados que sea positiva. (DIB)