Viaje a la Isla de Pascua, la joya cultural del Pacífico

Ubicada en el Océano Pacífico Sur, esta isla misteriosa pertenece a Chile. Allí de levantan los famosos gigantes de piedras.

Mucho antes de que Jakob Roggeveen descubriera en la Semana Santa de 1722 la que bautizó como Isla de Pascua, para los polinésicos que la habitaban era “Te pito o te henua”, el ombligo del mundo. Considerarse el centro del universo dio origen a una cultura rica en tradiciones que aún perviven.

Sus costumbres ancestrales estuvieron a punto de extinguirse en diversas ocasiones, siendo las más importantes el Tapu y el Umanga. La primera de ellas es un compendio de límites sociales dictados por los ancestros, y la segunda es una práctica que tiene en cuenta el bien comunitario.

Con alrededor de mil moáis emergiendo de la tierra, esta isla chilena enclavada en la Polinesia siempre ha estado envuelta en un halo de misterio. Las afamadas cabezas de piedra, que alcanzan los 10 metros de altura, pertenecen a la cultura ancestral de los rapa nui, la etnia que habitaba la isla en sus orígenes.

Rapa Nui (isla grande) es como se la conoce en lengua nativa. Volcanes, acantilados y cultura forman un cóctel difícil de rechazar para aquel viajero que busque conocer uno de los lugares más escondidos del mundo. Hanga Roa, su capital, es donde vive la mayoría de sus habitantes, punto de partida para explorar playas y monumentos, el volcán Rano Kau o los Moáis.

Desde que uno llega a este sitio, un halo de enigma rodea el entorno y a los gigantes de piedra que el pueblo rapa nui talló para ganarse la protección de sus ancestros desde su llegada en torno al siglo VII. Alineados mirando tierra adentro, solitarios junto al mar, en pie, tumbados o simplemente esbozados en la toba volcánica, estos isleños destacan por su robustez y tamaño.

A unos 11 km, en la costa norte, la paradisiaca playa de Anakena rompe la monotonía de los acantilados y las rocas. Esta playa fue el escenario de la colonización del lugar, motivo por el cual una hilera de moáis mira hacia el mar al atisbo de cualquier amenaza.

En Ahu Nau Nau, una de las plataformas más estudiadas de la isla, hay ocho figuras alineadas, siete erguidas y una en el suelo. Pero sin duda son los petroglifos de su base, en la que algunos investigadores encuentran reminiscencias incaicas, quienes se llevan todas las miradas.

Los volcanes Terevaka, Poike y Rano Kau en los vértices de la isla explican su forma triangular. De los tres, Rano Kau es el más espectacular, con sus 324 metros de altitud. El cráter alberga multitud de plantas endémicas y una laguna de un kilómetro y medio de diámetro que en el pasado fue una reserva de agua dulce. No está permitido bajar hasta allí, pero la vista desde el mirador del cráter es increíble.

Hanga Roa, la capital, es donde vive la mayoría de sus habitantes. (Chile.travel)

Generalmente esta visita se combina con un lugar muy especial para los rapa nui, la Villa Ceremonial de Orongo, donde los antepasados realizaban las competencias y ceremonias del llamado Tangata Manu, conocido como el Hombre pájaro. Estas competencias se realizaron hasta la llegada de los primeros misioneros católicos a mediados del siglo XIX, por lo que puede decirse que es el último vestigio de lo que fue su cultura y comportamiento ancestral.

Está emplazado en un lugar con otra vista increíble hacia el Océano Pacífico desde donde se observan los islotes a los que el ganador de la competencia debía llegar para obtener el primer huevo puesto por el pájaro Manu Tara (gaviotín apizarrado) luego de superar pruebas físicas durísimas donde muchos perdían la vida. Si bien aquí no hay moais, la riqueza arqueológica e histórica del sitio es incalculable.

El dato

Ubicada en el Océano Pacífico Sur, sobre el extremo más oriental de la Polinesia, la Isla de Pascua es considerada uno de los lugares más aislados del mundo. Está a unos 3800 km. hacia el oeste del continente americano, y pertenece a Chile, como “territorio especial”. Su forma es aproximadamente triangular, con una superficie total apenas mayor a los 160 km2. Posee una población de poco más de 8000 habitantes y el único centro poblado y capital es Hanga Roa, ubicado hacia el sur sobre el margen oeste de la isla.

Requisitos de ingreso

Los visitantes deberán presentar un PCR negativo obtenido en las 24 horas anteriores a su arribo y un pase de movilidad habilitado, lo que implica que los turistas extranjeros tendrán que homologar sus vacunas con el Ministerio de Salud chileno. Además necesitarán una carta de un habitante de la isla o una reserva de hotel de 30 días de estadía como máximo, como parte de la normativa para la preservación de esa zona remota.

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