La cuarta audiencia del juicio a cuatro policías por la llamada “Masacre de Monte” tuvo un testimonio dramático: un vecino que en ese momento se encontraba a unos 50 metros de donde ocurrió todo afirmó que vio a un policía en posición de tiro con la “intención de rematar” a las víctimas tras el impacto del auto contra el acoplado de un camión, y que luego escuchó un disparo de arma de fuego. Este relato se suma al de un camionero que aseguró ayer haber oído detonaciones después del choque del automóvil donde estaban los jóvenes.
“Después del fuerte estruendo del choque, veo bajarse al conductor de un móvil policial en posición de tiro con un arma de fuego en la mano. Pierdo de vista al conductor y escucho una detonación de un arma de fuego”, relató Ignacio Cattaneo, un vecino de la localidad de San Miguel del Monte que declaró durante el juicio por jurados que tiene como imputados al excapitán de la Policía bonaerense Rubén Alberto García y a los oficiales Leandro Ecilape, Mariano Ibáñez y Manuel Monreal.
Cattaneo señaló que los cuatro agentes tuvieron “la intención de rematar” a los fallecidos Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14), Camila López (13) y Aníbal Suárez (22), y a Rocío Quagliarello (17), que quedó herida de gravedad a raíz del choque.
Esta situación se suma al relato del chofer del camión impactado, quien ayer aseguró haber escuchado cuatro disparos antes del choque y dos después, y al informe de autopsia de Gonzalo, del que surgió que el adolescente tenía alojada una bala en uno de sus muslos, aunque fuentes judiciales aclararon que dicho disparo fue recibido durante la persecución policial y no tras la colisión.
Desde España
El testimonio de Cattaneo se realizó a través de la plataforma Microsoft Teams, debido a que el testigo se encuentra viviendo en España, y comenzó pasadas las 10.30 ante la atenta escucha de los 12 jurados y de la jueza a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4, Carolina Crispiani, quien modera el debate.
“Me estaba por acostar a dormir, cuando escucho un estruendo muy fuerte. Veo que se debe a un choque sobre la ruta. Mi intención fue salir a ayudar a las posibles víctimas. Cuando salgo a la calle, lo primero que veo es sobre la esquina una nube de polvo y veo frenar un móvil policial que arrastra las ruedas”, comenzó en su relato Ignacio.
A continuación, el testigo manifestó que creía que estaba presenciando “un enfrentamiento”, ya que vio al conductor de la patrulla descender del vehículo “en posición de tiro”, por lo que se resguardó. Tras ello, escuchó una detonación.
“No se entendía bien lo que había pasado. Un uniformado, que no se acercaba a la escena, me dice que eran unos chorros que venían desde el barrio Montemar. Veía una montaña de tierra. Cuando veo más en detalle, veo que había dos cuerpos en la calle y una butaca dispersa. Más adelante veo la parte delantera de un vehículo. Ahí me di cuenta que era un coche que se había partido a la mitad”, describió.
Luego, Cattaneo dijo haber visto a “dos chicas heridas” en referencia a Rocío Quagliarello y Camila López.
“Tenían el pelo largo y rubio, estaban tendidas. Una de ellas, solo una, se podía mover y trataba de reincorporarse levantando su torso, de la cintura para abajo no se movía. Se quejaba del dolor. Trataba de llamar a la amiga que no se movía”, detalló.
“Un acto atroz”
El juicio se inició el lunes pasado con la elección del jurado popular que dentro de seis días deberá definir si los policías imputados son culpables o no culpables de los delitos de “homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de armas de fuego, y violación de los deberes de funcionario público”.
En los lineamientos de la acusación, el fiscal de juicio Mariano Sibuet dijo que los policías imputados cometieron un “acto atroz”, que actuaron de manera “inmotivada” y afirmó que las víctimas, “al verse rodeadas”, vivieron momentos de “terror, angustia y miedo”, por lo que le solicitó al jurado popular que “emitan un dictamen justo para hacer honor a la justicia”.
La denominada “Masacre de San Miguel del Monte” ocurrió la madrugada del 20 de mayo de 2019, cuando efectivos de la comisaría local persiguieron a lo largo de la colectora de la ruta 3 a un Fiat 147 en el que viajaban cuatro adolescentes, tres de 13 años y uno de 14, junto a un joven de 22.
Los cinco chicos escuchaban música cuando los oficiales comenzaron a perseguirlos sin motivos y, de acuerdo con los registros de las cámaras de seguridad del municipio, a dispararles, ya que se observó a un efectivo en el lugar del acompañante de la patrulla, con medio cuerpo afuera y en actitud de tiro.
A raíz de ello, el auto en el que iban los jóvenes chocó contra un acoplado que estaba detenido en la ruta. (DIB)