Choferes de colectivo y familiares de víctimas de hechos de inseguridad se movilizaron hoy en la localidad de San Justo para pedir mayor seguridad y controles en los colectivos que circulan por el partido de La Matanza, al cumplirse un mes del crimen de Daniel Barrientos (55), asesinado a balazos durante un robo a bordo de la línea 620.
Compañeros de Barrientos expresaron en declaraciones televisivas que “nada cambió” desde el homicidio de Barrientos, y que siguen esperando más patrullajes y las medidas de seguridad que les prometieron.
“Pedimos que se ponga en funcionamiento en el monitorio de las cámaras de seguridad en La Matanza, iluminación en la vía pública y patrullaje efectivo”, dijo un trabajador de la línea 620, en declaraciones a la TV Pública.
Varios choferes de distintas líneas de la zona oeste del conurbano bonaerense y familiares de víctimas de hechos de inseguridad se congregaron esta mañana en la rotonda de San Justo para luego movilizarse hacia la municipalidad de La Matanza y la sede de la fiscalía de Homicidios del Departamento Judicial del mismo distrito.
En tanto, el nuevo fiscal de la causa, Carlos Arribas, quien tomó intervención la semana pasada en reemplazo de su colega Gastón Duplaá, se encuentra analizando las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona de Virrey del Pino para identificar a los autores del crimen de Barrientos.
Por el momento no hay detenidos por el asesinato del chofer; los únicos aprehendidos son tres hombres acusados del robo del auto empleado por los criminales para huir tras el crimen.
Arribas, que tomó el caso luego de que su colega fuera apartado, intentará determinar el recorrido previo y posterior de los dos delincuentes que abordaron el colectivo, y de un tercer sospechoso que manejaba un Fiat Siena, en el cual huyeron los asesinos y luego apareció incendiado.
El auto había sido robado a un chofer de una aplicación de viajes y por el hecho fueron detenidos tres sospechosos: Rodrigo Pablo Pititto (22), Antonio González (23), alias “Pancho”, y Matías Genaro, conocido como “Pajarito”.
A ellos se los indagó además por el delito de “privación ilegal de la libertad coactiva” en perjuicio del chofer de la aplicación asaltado.
En tanto, por el crimen de Barrientos habían sido detenidos los primos Alex Gabriel Barone (19) y Gabriel Alejandro Barone (24), a quienes la semana pasada ya les había arrojado resultado negativo la prueba de barrido electrónico que no detectó restos de deflagración de disparo de arma de fuego en sus manos o sus ropas. Ambos recuperaron su libertad, aunque no quedaron desvinculados de la causa.
El caso
El homicidio del colectivero Barrientos (55) fue cometido el 3 de abril último, pasadas las 4.30, cuando dos delincuentes abordaron una unidad de la línea 620 en la parada ubicada en el cruce de Bernardino Escribano y Cullen, del barrio Vernazza, en la localidad de Virrey del Pino, de La Matanza, en el sudoeste del conurbano.
Bajo amenazas con armas de fuego, los delincuentes le robaron la mochila a una pasajera y luego dispararon contra el chofer indefenso, a pesar de que este no ofreció resistencia.
Mientras Barrientos murió sentado al volante de su unidad, un efectivo de civil de la Policía de la Ciudad que estaba entre los pasajeros extrajo su arma reglamentaria y se enfrentó a tiros con los asaltantes, que escaparon.
En el lugar se realizaron 16 disparos y una cámara de seguridad registró cuando los ladrones huyeron corriendo hasta el cruce de una calle en la que los aguardaba un Fiat Siena en el que finalmente huyeron.
Luego del crimen, choferes de 86 líneas de colectivos de la zona oeste del conurbano, convocados por la UTA, iniciaron una medida de fuerza y realizaron cortes en reclamo de seguridad sobre la ruta 3 y la avenida General Paz, a la altura de Lomas del Mirador.
En medio de una de esas protestas, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, arribó al lugar y, cuando daba entrevistas a los medios de prensa, fue agredido con insultos, pedradas y golpes de puños y patadas, por lo que debió ser retirado del lugar por personal de Infantería de la Policía de la Ciudad y asistido en el Hospital Churruca.
Por la agresión fueron detenidos dos choferes, a quienes se les imputó el delito de atentado contra la autoridad agravado, aunque fueron liberados tras declarar ante la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 31 porteña. (DIB) ACR