La poliposis nasal se define como una rinosinusitis crónica con presencia de pólipos nasales. La rinosinusitis es una enfermedad inflamatoria recurrente de la mucosa y los senos paranasales y se calcula que afecta a entre el 3% y el 6% de la población.
En 1 de cada 5 personas con esa condición, el cuadro se presenta además con pólipos nasales. De este grupo, sólo el 2% tendría diagnóstico formal, a pesar de todo el impacto que generan sus manifestaciones, entre las que se destacan la pérdida parcial o total del olfato, obstrucción y congestión nasal, bilateral generalmente, secreciones nasales, estornudos, dolor y presión facial, los cuales dificultan el sueño y múltiples actividades diarias.
Expertos alertaron sobre esta problemática y remarcaron la necesidad de sospechar el diagnóstico, sobre todo a partir del síntoma de la congestión nasal y pérdida de olfato, si coexiste con otros síntomas nasales, y confirmándolo con una endoscopía nasal y una tomografía computada.
“Las personas con poliposis nasal pasan buena parte del año con síntomas y, lo que generalmente más les incomoda es vivir sin olfato. Llegan a la consulta tras varios años de sostener esa situación, creyendo que tienen una alergia crónica, pero el cuadro de poliposis nasal es diferente, es desencadenado por otros mecanismos y se trata de otra manera”, explicó Anahí Yáñez, médica especialista en Alergia e Inmunología Clínica, Directora Médica e Investigadora Principal del Centro de Investigación en Alergias y Enfermedades Respiratorias (INAER) y asesora científica de la Asociación Argentina de Pacientes con Asma y PN (AAPA).
El tratamiento por excelencia para la poliposis nasal es el quirúrgico. Sin embargo, alrededor de un 20-35% de los pacientes experimentan recurrencia de pólipos post-quirúrgicos a los 6 meses y 40 % a 18 meses16. Un tercio de los pacientes requieren cirugía 12 años después de la cirugía inicial y aproximadamente un 20% de los pacientes requiere múltiples cirugías de revisión, sometiéndose a 4, 5 o más veces, a cirugías de este tipo sin lograr un control efectivo y sostenido en el tiempo.
Opciones terapéuticas
La recurrencia de la rinosinusitis crónica con pólipos luego de la cirugía es, sin dudas, un signo de severidad y mal pronóstico en el manejo de la sintomatología y el postoperatorio. Esta es una enfermedad crónica y la cirugía es un paso en el manejo de la enfermedad. El objetivo principal es crear mejores condiciones para el tratamiento local. Tras el procedimiento quirúrgico es imprescindible el tratamiento médico contínuo.
“Otra opción terapéutica es el uso de determinados antibióticos que no han demostrado su eficacia a largo plazo, irrigaciones nasales o el uso de corticoides sistémicos, que son muy efectivos para controlar el cuadro inflamatorio, en la reducción del tamaño de los pólipos y los síntomas nasales pero su uso reiterado, a largo plazo, genera múltiples complicaciones severas en el organismo. Por eso se desaconseja su empleo, salvo en períodos cortos o en casos de obstrucción nasal grave, como medicación de rescate, en casos no controlados con medicación convencional o como ‘polipectomía médica’ asociados a esteroides intranasales19,20. Los esteroides intranasales mejoran los síntomas y los resultados de los pacientes, las medidas objetivas de la ventilación nasal y se asocian sólo con efectos secundarios menores21”, sostuvo Ernesto Cafaro, Médico Otorrinolaringólogo, Profesor de Otorrinolaringología de la Facultad de Medicina de la UBA y experto de la CONEAU.