El policía detenido como sospechoso de integrar la banda que durante un asalto en una carbonera del partido bonaerense de Zárate asesinó a un efectivo y a un empleado, fue imputado este sábado por “homicidio agravado”, mientras continúan la búsqueda de otros implicados en el hecho. En tanto, los familiares de los fallecidos los velaban en sendas ceremonias.
El apresado es Dino Nicolás Meneses (29), alías “El Correntino”, quien se encuentra alojado en la sede de la DDI de Zárate-Campana a la espera de ser llevado hasta la sede judicial para que la fiscal Andrea Palacios lo indague.
El policía fue imputado como coautor del delito de “homicidio criminis causa”, es decir para procurar su impunidad, y por ser una de las víctimas un “miembro de las fuerzas de seguridad pública”, que prevé la pena de prisión perpetua.
Meneses fue apresado en una estación de servicio ubicada en Gallesio e Yrigoyen de Zárate en el marco de varios allanamientos que anoche fueron encabezados por la fiscal Palacios.
Los investigadores identificaron a este sospechoso a través de un identikit confeccionado a partir de las declaraciones de los testigos, quienes también dijeron que uno de los delincuentes tenía una tonada “correntina”.
Con esos datos, la fiscalía dispuso la aprehensión de Meneses, un policía que estaba en disponibilidad apodado “El Correntino”.
El acusado será indagado en las próximas horas por la fiscal, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial Zárate-Campana.
Despedidas
Los restos del agente Osvaldo Osmar Cantero (25) eran velados en el Palacio Dorado de San Pedro, ubicado en la calle Carlos Pellegrini 150 de ese municipio. A las 16 serán sepultados en el Cementerio Portal de Paz de Baradero, situado en el kilómetro 145 de la ruta nacional 9.
A su vez, los restos del empleado asesinado, llamado Luciano Padrón (22), eran velados por sus familiares y amigos durante esta jornada y luego serán llevados al cementerio municipal de Escobar.
Crónica roja
El doble crimen de Cantero y Padrón ocurrió el jueves a la noche cuando entre cuatro y cinco delincuentes ingresaron al predio por los fondos a la carbonería ubicada en el kilómetro 13 de la ruta provincial 193, luego de atravesar un campo, y desde allí se dirigieron a la casa principal, donde sorprendieron a los integrantes de la familia.
En medio de los gritos por el asalto, la hija del dueño logró subir por las escaleras y darle aviso a su padre, que se estaba duchando, quien escapó del lugar por una ventana, saltó por un balcón y se dirigió a la vivienda donde residen los empleados.
Desde allí salió el primer llamado al 911 en el que advirtieron que se estaba cometiendo un asalto, por lo que un patrullero se dirigió al lugar.
Mientras tanto, los peones salieron al predio a ver qué ocurría y en ese momento fueron sorprendidos por uno de los delincuentes armado.
Los delincuentes trasladaron a los dos empleados que quedaban a la casa principal, a uno lo maniataron y el otro, como se resistió, recibió un culatazo que le produjo un corte en el cuero cabelludo.
Tras apoderarse de una importante suma de dinero, los delincuentes pretendieron escapar, y en ese momento se registra el tiroteo con los policías que llegaron por el llamado al 911. “Los vecinos dicen que fue impresionante la balacera que hubo, no podían creer la magnitud de los disparos”, añadió uno de los hijos del dueño de la carbonería en declaraciones realizadas a la prensa desde la puerta de la casa de su padre, al referirse al tiroteo entre la banda y la policía en el que, según testigos, se realizaron unos 50 disparos.
Los familiares de las víctimas relataron hoy a la prensa que los delincuentes les decían que alguien había aportado datos y que habían sido “vendidos”, lo que significa en la jerga que contaban con información de que tenían una suma de dinero.
Durante el hecho, además del crimen del empleado, los delincuentes asesinaron en un posterior tiroteo al policía del Grupo de Prevención Motorizada de Zárate Cantero, quien llegó al lugar alertado del asalto junto a su compañero Ezequiel Romelio, quien también fue baleado, aunque sobrevivió.
Romelio fue trasladado al hospital de Zárate y horas después derivado al Sanatorio Bernal, en el partido de Quilmes, tras ser visitado por el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, y este sábado seguía internado con un balazo en el muslo derecho
La fiscal dispuso que se realicen las autopsias a los cuerpos de las víctimas en el Instituto de Ciencias Forenses de Junín, y la recolección de evidencias como vainas y proyectiles de la escena del hecho. (DIB)