Córdoba, cuatro siglos de buen vino

A la exquisita gastronomía regional que es conocida en todo el país y que siempre sirve como imán para viajeros además de sus sierras y playas, la provincia de Córdoba tiene una larga y rica historia vinculada con la vitivinicultura.

De notable calidad, los vinos cordobeses resaltan cada vez más a nivel nacional, y son reconocidos y premiados a nivel internacional. En la actualidad, Córdoba cuenta con una veintena de establecimientos que producen cepas de uvas tintas y blancas. Además, la gran mayoría de estos espacios disponen de un restaurante de primer nivel, e incluso en algunos casos, tienen alojamientos de alta gama.

A su vez, gracias a la mixtura de condiciones agroecológicas y climáticas de sus diversas regiones, el vino cordobés posee una impronta diferente en las diversas regiones que lo ve crecer: el norte cordobés, las Sierras Chicas, Traslasierra, Calamuchita y Punilla. En sus viñedos, destaca el Malbec, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir e Isabella (frambua), entre otros.

Sin embargo, la tradición de la uva en esta provincia se remonta a tiempos pasados. El vino nace con los Jesuitas, que en el siglo XVII plantaron las primeras cepas en las Estancias de Jesús María. Luego, la inmigración friulana de Colonia Caroya las mejoró hacia fines del siglo XIX. En relación con esto, cuentan que el primer vino argentino, el “Lagrimilla”, fue degustado por el Rey Felipe V de España, detalle de prestigio y originalidad.

Cada una de las zonas en que se producen vinos tiene sus características especiales que definen la identidad de la actividad vitivinícola. En Traslasierra hay cuatro bodegas y dos productores artesanales. Todos ofrecen visitas guiadas y algunos de ellos cuentan con servicio de gastronomía y alojamiento. 

Entre las Sierras Chicas y la zona norte de la provincia se desarrolla una gran producción que cuenta con bodegas que van marcando su presencia con reconocimientos internacionales, como la clásica La Caroyense y la innovadora Terra Camiare. Entre estas dos zonas hay cuatro bodegas y tres productores artesanales.

En Punilla se aloja un viñedo joven ubicado entre Villa Giardino y La Cumbre. Allí ofrecen visitas y la invitación a hacer un picnic rodeados de la belleza serrana.

Por la ruta del valle de Calamuchita hay cuatro bodegas que ofrecen visitas guiadas todo el año, y en algunas hay servicio gastronómico y hospedaje.  Las características de esta zona son semejantes a los viñedos italianos, con vinificación en altura, a 1200 y a 600 metros sobre el nivel del mar. 

 Y como si esto fuera poco, en esta región ya existe el primer hotel boutique temático del vino, como una propuesta inédita en la provincia que se suma a la oferta de enoturismo. Se trata del Chapaq Ñan Hotel Boutique del Vino, ubicado en Villa Rumipal, a orillas del lago de Embalse, en el Valle de Calamuchita. (DIB)

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