Andorra, para descubrir subido a la bicicleta

El micro-Estado soberano de Europa se está convirtiendo cada día más un lugar imprescindible para los amantes del ciclismo.

Andorra se viste de gala en invierno para recibir a fanáticos del esquí y la montaña, sin embargo, la primavera es una época ideal para hacer una visita cultural al principado y dejarse enamorar por los rincones con más encanto, que no siempre son de los más conocidos. Además, gracias a su geografía casi todo el año llegan hasta allí viajeros que buscan conocer el País de los Pirineos en dos ruedas.

El Principado de Andorra cuenta con 200 kilómetros de carreteras a lo largo de 21 serpenteantes puertos de montaña. Algunas de estas rutas son tan exigentes que forman parte del itinerario de pruebas de primer nivel como el Tour de Francia o la Vuelta a España. Y por eso ya se convirtió en una de las “mecas” de este deporte en Europa.

El Principado es un destino para descubrir sobre dos ruedas ya que cuenta con espectaculares recorridos entre las 7 parroquias y 21 puertos de montaña perfectamente señalizados pensados para los amantes del cicloturismo. Se trata de rutas que se dividen en tres categorías: moderado, difícil o muy difícil.

Puertos emblemáticos como Port d’Envalira, el Coll de la Gallina o la Collada de Beixalís, son experiencias para no parar de pedalear, a prueba de los verdaderos amantes del ciclismo. También las rutas de ciclismo El Forn, El coll d’Ordino o Coma de Ransol, son propuestas ideales para los amateurs del ciclismo, rutas que requieren menos exigencia y en las se puede seguir disfrutando del entorno.

Uno de los recorridos más elegidos, sobre todo por su exigencia moderada, es el de El Forn, una localidad de Andorra, perteneciente a la parroquia de Canillo, situada en la ladera de una montaña. Por el camino es posible visitar la iglesia románica de San Miquel de Prats, que representa a la perfección el estilo rural típico.

Mientras que el circuito Coma de Ransol es una ruta accesible que ofrece unas espectaculares vistas del valle de Incles, el Coll d’Ordino, algo más difícil, comienza su recorrido en Ordino y se eleva hasta el Colllado de Ordino.

Justamente Ordino es uno de los pueblos más representativos de Andorra en el ámbito cultural, al ser capital de una de las parroquias del Principado. Su amplia oferta lo convierte en un ícono de cultura local, ya que alberga importantes valores museísticos como la Casa Rossell o la Casa-Museo d’Areny Plandolit.

El estilo románico está muy presente en Ordino, ya que cuenta con múltiples lugares y edificaciones muy interesantes. Las más destacadas son la Iglesia de Sant Martí de la Cortinada, con sus pinturas murales; y la Iglesia de Sant Corneli y Sant Cebrià, que datan de la época medieval.

En la amplia oferta que ofrece el territorio, también incluye opciones de e-bike para superar rutas y senderos de BTT respetando el medio ambiente con estos vehículos eléctricos. El Camí des Gall, para los que disfrutan con la adrenalina y el medio ambiente, disfrutarán de la belleza paisajística en todo su esplendor con un recorrido lineal que conecta Soldeu y Canillo, clasificada como difícil, cuenta con gran variedad de fuertes ascensos y descensos.

Además, Vallnord Bike Park, es un enorme recinto en la estación de Vallnord Pal Arinsal que presenta circuitos de bike parks para poder seguir disfrutando de este deporte con más de 40 kilómetros de circuitos distribuidos en diferentes niveles como Enduro, Descenso, Pump Track o Cross Country. (DIB)

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