Panorama político: Una frase, mil hipótesis

¿Qué hay detrás del desafío público de Máximo Kirchner a Axel Kicillof? Un cruce de máximo peligro en el distrito más importante para el FdT. En Juntos podrían estar cocinándose una sorpresa.

Por Andrés Lavaselli

“No hay que bajar al territorio, señor gobernador, hay que subir a la militancia a los lugares”, esa sola frase, dicha casi al pasar por Máximo Kirchner en un acto en el que compartía escenario con Axel Kicillof, tiene al oficialismo bonaerense especulando hace una semana ¿Qué podría motivar a uno de los referentes más importantes del Frente de Todos a hacer un reproche público al dirigente que tiene mayor intención de voto de ese espacio?

Que la relación entre Kicillof y Kirchner no es fácil se sabe desde hace rato. Pero en los últimos meses había mejorado. Un reacercamiento que podría fecharse en la batalla contra Martín Guzmán por el acuerdo con el FMI y por la política económica en general. Por eso sorprendió tanto el “reto” lanzado en la UTN de Avellaneda, un lugar al que ambos llegaron con un teórico objetivo común: pedirle a Cristina Fernández que sea candidata.

“No tiene importancia”, le dijo Kicillof a los colaboradores que lo rodearon con pedido de “línea” para responder cuando bajó del escenario. “No es más que lo que dijo, no tiene segundas intenciones”, dijeron desde entorno de Kirchner. Ambos juraron que los dos se llevan bien, más allá de la cercanía de Máximo al proyecto (¿ya archivado?) de Martín Insaurralde de ser candidato a gobernador, con Kicillof encabezando la boleta nacional.

Pero en el fondo nadie cree en la teoría de la “frase inocente”. En el gobierno hablan de tres motivaciones posibles. 1) El inicio de la disputa por lo que viene: armado de un eventual nuevo gabinete y de las listas. 2) Un mensaje dirigido a influir en la designación del o la candidata a la vicegobernación. 3) Una arremetida final para intentar que Kicillof sea candidato a Presidente.

Son opciones con diverso grado de verosimilitud. La cuestión de las listas es muy relativa: por lo menos para ese sector, la lapicera final la tendrá Cristina Fernández. En la puja por la vice el kicillofismo minimiza la opción Daniela Vilar, la ministra ligada a Insaurralde. Y es seguro que ese puesto requiere un consenso amplio que también incluye a intendentes, no solo ligados al jefe de Gabinete.

El tercer punto es más espinoso. Al menos dos intendentes, uno de ellos el impetuoso Mario Ishii, le acercaron a Kicillof encuestas donde aparece en sus distritos como el candidato que más mide. Más, incluso, que la Vice a la que se le pide que “juegue”. Es un dato complejo para el gobernador porque lo expone a ser el candidato “natural” a Presidente por el FdT. ¿Será por eso por lo que Kirchner comenzó a friccionar? ¿O, mejor dicho, a presionar?

Lo cierto es que el episodio eclosionó en un territorio agitado por otra interna: la que plantea el Movimiento Evita, que el viernes lanzó su partido político “La Patria de los Comunes”. Los eviteros buscarán quedarse con intendencias en la provincia. La más importante es La Matanza. Será un factor de tensión importante que obligará a definiciones incómodas a Kicillof y a Kirchner.

Emilio Pérsico fue muy claro en La Matanza hace unos días: apoyan la reelección del Gobernador. Pero una declaración del otro líder del Evita, Fernando “Chino” Navarro, de finales de año pasado, mete ruido. Se la dijo a La Voz del Interior, el diario del grupo Clarín en Córdoba. “Schiaretti sería un gran candidato a presidente”, fueron sus palabras. Ahora se las recuerdan porque Florencio Randazzo cerró un acuerdo con el gobernador cordobés por el que trabajará para él en la Provincia. No se comprometió –por ahora- a ser candidato en el distrito que alguna vez rechazó, pero sí a acercar dirigencia para un armado. ¿Cómo jugará, entonces, el Evita?

En Juntos por el Cambio también hay tensión. Pero creen jugar con el clima social a favor. La semana parece haberles acompañado en ese punto: la inflación del 6,7% confirma lo que en realidad es una percepción diaria de la población. Pero los cortes de luz, con epicentro en la tercera sección, el “fuerte” del cristinismo, son un motivo tal vez superior de irritación. Encima, para ese tema no hay una opción “de shock” (aunque Kicilllof empuja la quita de concesión) que haga que la gente perciba más o menos rápido un cambio palpable. En resumen, para la oposición un acuerdo esta semana volvió a lucir posible: allí todos creen que tienen un gobierno que ejercer por delante.

Eso sí: la novedad de la semana, el lanzamiento de Gerardo Morales, no tuvo el impacto que hubiese tenido en la provincia cuando Horacio Rodríguez Larreta lideraba cómodo las encuestas. Ahora, se vive un clima favorable a Patricia Bullrich. Ahí podría cocinarse una sorpresa: ¿y si lleva un radical como candidato a Gobernador? Falta muchísimo, le dijo a DIB el dirigente mencionado. “Mientras hay que hacer volumen”, define el pope radical. Por eso, están cerrando un acto grande de la UCR bonaerense en el estadio de Lanús. Entre las cosas que quieren saber los radicales es si Mauricio Macri solo será árbitro ideológico –como todo sugiere- o será candidato. (DIB)

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