Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo, siendo responsable de la pérdida de 18 millones de vidas al año. Si bien existen factores de riesgo naturales como la edad o antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular en edad temprana, existen otros que pueden ser adquiridos como hábitos de la vida diaria: tabaquismo, consumo de alcohol, sedentarismo, mala alimentación, entre otros.
“Las enfermedades cardiovasculares son aquellas que comprometen la estructura y/o la función del corazón y los vasos sanguíneos en cualquier localización. Es decir que, además de la enfermedad coronaria que provoca infarto de miocardio, la enfermedad de las arterias del cerebro que llevan al accidente cerebrovascular y la enfermedad de las arterias de las piernas también son formas de afecciones y presentación del compromiso cardiovascular”, explicó Eduardo Perna, jefe División de Insuficiencia Cardíaca e Hipertensión Pulmonar del Instituto de Cardiología “J. F. Cabral” y ex-presidente de la Federación Argentina de Cardiología.
“Los síntomas más comunes que hacen pensar en enfermedad cardiovascular son el dolor de pecho (con algunas características específicas), la falta de aire o fatiga que aparece con el esfuerzo y las palpitaciones. Otras manifestaciones pueden ser la pérdida del conocimiento y los signos de retención de líquidos como la hinchazón de las piernas”, continuó Perna. “En general los síntomas son comunes a hombres y mujeres, pero hay diferencias en la forma de presentación, en cómo los perciben y cómo hacen referencia a ellos que deben ser tenidos en cuenta al momento de evaluar a un paciente”.
Si bien no hay una única causa determinante, los factores de riesgo son condiciones que aumentan la posibilidad de desarrollar este tipo de enfermedades. “Entre los factores de riesgo modificables, los más importantes son la hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo, sedentarismo, colesterol elevado y la obesidad. Poder identificar factores de riesgo precozmente significa que podemos dirigir estrategias sobre ellos para reducir el riesgo. Así, no solo se previenen enfermedades cardiovasculares, sino que favorece a una vida más saludable”, detalló Perna.
Los ocho tips para tener en cuenta siempre
-Alimentación balanceada: consumir azúcar, sal y alcohol con moderación.
-Realizar 150 minutos de ejercicio semanalmente.
-Evitar fumar.
-Dormir entre 7 y 9 horas cada noche.
-Mantener un peso saludable.
-Medir y controlar los niveles de colesterol.
-Monitorear los niveles de azúcar en sangre.
-Controlar la presión arterial.
Judith M. Zilberman, especialista en Cardiología e Hipertensión Arterial y Coordinadora del Servicio Hipertensión Arterial del Hospital Cosme Argerich, señaló: “La mujer sigue creyendo que la primera causa de muerte o enfermedad prevalente es la ginecológica, como el cáncer de mama, por ello consulta anualmente a sus controles ginecológicos. Sin embargo, 1 de cada 3 mujeres muere de enfermedad cardiovascular”.
“En muchos casos, se desconoce que existen también factores de riesgo diferenciales en la mujer como tener una menopausia precoz, el uso de terapia hormonal, la menopausia en sí misma, padecer diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional), complicaciones en el embarazo como parto prematuro o tener un recién nacido de bajo peso al nacer. Por eso, es fundamental que la mujer se comprometa en el cuidado de su corazón, evitando las complicaciones que se presentan tras la menopausia, realizando consultas cardiológicas de rutina desde joven conociendo y controlando sus factores de riesgo para poder prevenir así las enfermedades cardiovasculares y llevar una vida más saludable”, concluyó Zilberman. (DIB)