Un drone de casi seis metros de largo y media tonelada de peso cayó desde más de 30 metros de altura y se estrelló contra un costado de una pista en el aeródromo de La Plata, mientras era operado a modo de prueba por técnicos especialistas. Se trata de uno de los diez equipos que el ministerio de Seguridad de la Provincia le compró a la empresa china JOUAV para tareas de patrullaje en zonas rurales y optimizar la vigilancia en grandes extensiones de campo del interior bonaerense.
El incidente, ocurrido el domingo, no provocó lesiones ni heridos. Pero el dispositivo quedó destrozado. Vale recordar que el Gobierno provincial adquirió 10 unidades, por las cuales desembolsó nada menos que 7 millones de dólares.
El gobierno provincial ya había realizado algunas experiencias con este tipo de sistemas de aeronavegación en el Operativo Sol con aparatos más pequeños, de no más de 1,4 metros. Con ellos se hicieron rastrillajes en playas y parques de la costa bonaerense.
“La Provincia tiene una extensión de 307 mil kilómetros cuadrados. Equivale a la península Ibérica, para poner un parámetro. No hay forma de hacer patrullaje de todo ese espacio con camionetas, por más que haya voluntad y decisión política”, había dicho Berni para la justificación de la compra de los drones chinos.