Levantamiento de pesas: “Un deporte que todo el mundo debería conocer y dejar de juzgar”

La bonaerense Martina Mendoza habla del considerado “deporte de machos” que, dicen, “te deforma el cuerpo”.

Por Gastón M. Luppi, de la redacción de DIB

“Un deporte de machos”. Ese es el “clásico” prejuicio que enfrentan las mujeres que realizan levantamiento de pesas. “O que se te deforma el cuerpo, que vas a quedar mal de la espalda, o de las rodillas”, le explica a la agencia DIB la deportista Martina Mendoza, quinto puesto en la categoría de hasta 55 kilos en los Juegos Suramericanos que se realizaron el año pasado en Asunción, Paraguay. 

De Pilar y con 21 años ahora, a los 13 años Mendoza comenzó a practicar crossfit y casi de casualidad se topó con el levantamiento de pesas: un profesor dio un curso en el gimnasio donde ella se entrenaba, probó y compitió en los Juegos Evita. “No entendía nada, iba. Hice un tiempo, después volví al croosfit y en 2018 otra vez a pesas. Quería seguir con las dos cosas, pero mi entrenador me dijo: ‘No podés hacer las dos si querés ser buena’. Me decidí por pesas, y cada vez estoy más arrepentida de no haber empezado antes”. 

Mendoza, que el año pasado bajó a la categoría de hasta 55 kilos, ahora regresó a la de 59, que es la que estará presente en los Juegos Panamericanos que se realizarán entre octubre y noviembre de este año en Santiago de Chile. En la cita trasandina las mujeres competirán en 49, 59, 71, 81 y +81 kilogramos. 

Estudiante del profesorado de Educación Física en Obras Sanitarias, “Martu” echa por tierra prejuicios que hay sobre la disciplina, entre ellos las lesiones. “Si caminás mal, te va a doler algo; y si nadás mal, también. Si levantás mal, te va a doler todo, pero si lo hacés bien, y las pesas es principalmente un deporte técnico, es muy raro que te lesiones. En el alto rendimiento pueden aparecer lesiones, pero también está la prevención, como el dormir o el comer bien; es un conjunto de cosas”. Y del otro gran prejuicio, el “cuerpo de hombre”, “la verdad no lo veo”, explica. Y agrega: “Las pibas que levantan peso son hermosas”. 

Martina Mendoza, el año pasado, en los Juegos Suramericanos de Asunción. – Comité Olímpico Argentino –

“En Argentina hay muchos prejuicios”, opina Mendoza, que cree que el crossfit, a diferencia de las pesas, ha logrado dar el salto, se ha popularizado. “Pesas, hasta que no tenga un campeón olímpico, no va a ser conocido. Estamos creciendo un montón pero es trabajo de años. Además, en Sudamérica hay países que tienen campeones mundiales y entonces ganar un torneo internacional para nosotros es muy difícil, estás compitiendo con gente muy fuerte. Acá no vivimos de las pesas, tenemos que hacer nuestra vida y, si sobra tiempo, doble turno, dormir bien y demás”. 

Futuro en veremos 

El levantamiento de pesas, conocido en el mundo como halterofilia, corre el riesgo de quedarse fuera del programa olímpico. De hecho, aún no tiene un lugar asegurado en Los Ángeles 2028. Los casos de doping han manchado al deporte. Y si la federación internacional no convence al Comité Olímpico Internacional de que da pelea en serio contra el dopaje, las pesas podrían quedarse fuera del gran acontecimiento deportivo. 

En diálogo con la agencia DIB, Mendoza advierte que no quiere profundizar sobre un tema tan delicado, pero sí defiende lo más noble de su deporte. “Para mí, no deja de ser hermoso y la gente siempre es la misma porque es un deporte de años: arrancás a los 15 y hasta los 30 podés seguir tirando. Todos nos conocemos, es un lindo ambiente. Creo que es un deporte que todo el mundo debería conocer, que debería dejar de juzgar. En la preparación física, se podría usar mucho más en otros deportes, como en los de conjunto, porque ayuda a ganar explosión, movilidad, lo que quieras. Es un deporte que puede aplicar para todo, se debería conocer mucho más”. 

A propósito, Mendoza le ve futuro a las pesas en el país. “Hay chiquititas fuertes y los chiquititos se están animando más. Por lo menos, yo en su momento no sabía mucho de las pesas y ahora veo que van apareciendo chicos. El tema es que no los exploten ahora, sino que les enseñen: que los entrenadores les hagan entender que tienen que disfrutar el deporte, que el pibe la pase bien y no se lo sobreexija. Si lo sienten como una obligación, van a dejar”. 

El objetivo de “picantear” 

El levantamiento olímpico consta de dos pruebas: arranque y envión. En cada una de ellas los deportistas eligen con qué peso iniciar su participación y a partir de allí tienen tres intentos para levantar ese peso o ir incrementándolo. El peso a levantar –de menor a mayor- define el orden de entrada en acción de los competidores y se da la particularidad de que muchos deportistas ya terminaron su participación -sus tres intentos- cuando otros -los que levantan más peso- todavía no entraron en escena; el competidor eliminado pasa a ser espectador de su propia prueba, ya sin chances, claro. 

“Algo que siempre me duele es el competir y no afectarle a otro: tiro y si lo levanto o no, no le afecto al que va a salir después. Es cierto, es una competencia conmigo misma, pero a veces está bueno ‘picantear’ al de otro país, y eso es lo que en algún momento quiero lograr, competirle a alguien, que Argentina afecte un poco”, describe Mendoza. 

Sin embargo, es complejo, y la deportista pone en contexto. “No es fácil compararse con deportistas de otros países que sí se dedican a eso. Por ejemplo, a mí el entrenamiento me queda a una hora de donde vivo: todos los días de Pilar al Cenard [Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo], y del Cenard a cursar: termino a las 11 de la noche, llego a casa a las 12, como, me acuesto a la 1 y ya no recuperé como debería”. 

Al límite 

En las competencias de levantamiento de pesas los deportistas van al límite. Como en cualquier disciplina, es cierto. Pero en las pesas el esfuerzo desfigura los rostros, la tensión de los músculos se traduce en temblor, y en algunos casos hasta se produce un desplome. Y lo explica Mendoza: “Pensá que lo duro del peso es que estás entrenando todos los días, dos horas, doble turno, y apenas tenés no más de diez segundos para ‘tirar’. Y en esos tiros en los que te vendás y te ponés el cinto, tenés que aguantar el aire, hacer fuerza, y es justamente donde aparece la técnica. Pero puede pasar que si hace calor, o si bajaste mucho de peso, te bajó el azúcar o lo que sea, te descompensás. Siempre tenés que estar armado de un Power [Powerade] o una banana, porque te puede pasar que la presión, o los mismos nervios, te traicionan, te da calambres, es un conjunto. Es aprender a controlar el cuerpo y aprovechar esos nervios, utilizarlos al hacer la fuerza, usar esa adrenalina para levantar”. 

Humberto Selvetti, máximo exponente del levantamiento de pesas en el país. – Wikipedia –

Humberto Selvetti 

Argentina tiene historia en el levantamiento de pesas y el máximo referente es sin duda Humberto Selvetti, ganador de dos medallas olímpicas entre los pesados: bronce en Helsinki 1952 (año en el que estableció un récord mundial) y plata en Melbourne 1956. En los Juegos de Australia, Selvetti y el gran favorito estadounidense Paul Edward Anderson igualaron el primer puesto con un total de 500 kilos levantados. Empatados, por aquellos tiempos para la definición se tomaba el peso de los competidores. Así, Anderson, con 137,9 kilos, terminó por delante de Selvetti, quien acusaba 143,5, de acuerdo con el sitio Olympedia. 

Junto con aquellas dos medallas olímpicas, Selvetti también estuvo presente en Tokio 1964. Además, fue tercero en el Campeonato Mundial de 1953 y segundo en 1957. En Juegos Panamericanos, logró las medallas de plata en México 1955 y Chicago 1959. (DIB) GML 

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