Las ventas de fuegos artificiales crecieron un 5% en la temporada 2022-2023 con respecto al periodo anterior y acumulan el tercer año de crecimiento, mientras que los accidentes por su uso bajaron fuertemente.
Los datos fueron revelados por la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales (Caefa), que aglutina a todas las firmas del sector. “Las familias argentinas disfrutaron con alegría de los fuegos artificiales en paz, como ocurre en las grandes ciudades del mundo y logramos que los productos de bajo impacto sonoro y lumínicos sean los más elegidos mediante la campaña nacional ‘La nueva tradición, Fuegos Artificiales Amigables’”, expresó Mario Ruschin, presidente de la organización empresarial.
Según detalló la Caefa, el desarrollo del Mundial de fuegos artificiales y la baja de los incidentes se debe a las mejoras tecnológicas de los productos, a los controles de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac), a la responsabilidad empresarial, a las mejoras en las instrucciones de uso y a la concientización de la población.
“En la ciudad de Buenos Aires, donde rige plenamente la normativa nacional sin interferencias, con millones de habitantes en un espacio más pequeño la reducción de incidentes fue abrumadora hasta su casi desaparición, según informaron los hospitales”, contaron los empresarios.
La Cámara sostuvo que en lugares donde rigen prohibiciones, la actividad se desarrolló igualmente porque “millones de argentinos y argentinas quieren seguir festejando con fuegos artificiales”.
“En Mar del Plata tradicionalmente se realizaban shows con fuegos artificiales para disfrute de turistas y vecinos y esto se prohibió, pero ahora particulares desafiaron esta limitación celebrando con estos productos en la playa obteniendo grandes apoyos en las redes sociales”, señaló la Caefa.
Y opinó que “estas prohibiciones además de ser inconstitucionales tampoco sirven” y “solo consiguieron destruir empleo y comercios legales, alentar la venta ilegal y sin control”. (DIB) MT