Los restos fosilizados de tres mamíferos de aspecto similar al de los hipopótamos actuales fueron descubiertos en San Pedro por el equipo del Museo Paleontológico “Fray Manuel de Torres”, a 170 kilómetros de Buenos Aires. Los fósiles fueron hallados durante una excavación de rutina que el museo lleva adelante en el yacimiento de Campo Spósito, una zona fosilífera ubicada a unos 10 kilómetros del casco urbano en la que se han producido importantes descubrimientos.
Los fósiles descubiertos corresponden a dos individuos adultos y a una cría en etapa de desarrollo de un género de grandes mamíferos llamados Toxodontes. De los adultos se recuperaron los dos cráneos, las ramas mandibulares con dentición, fémures, vértebras, arcos costales y huesos de las manos y antebrazos. Del cachorro se recuperó uno de los fémures, algunas costillas y algunas piezas de las extremidades.
El equipo que descubrió este grupo de toxodontes estuvo conformado por José Luis Aguilar, Julio Simonini, Jorge Martínez y Walter Parra, a quienes les demandó varias jornadas de trabajo poder extraer las numerosas piezas fósiles halladas en el lugar.
“Los fósiles corresponden a dos adultos y una cría cuyos restos estaban depositados a escasos centímetros unos de otros. Podríamos inferir que estamos ante un ‘grupo familiar’ o, al menos, que se trate de parte de una manada que convivió en el lugar. Estos hallazgos con individuos adultos y la presencia de juveniles, son muy poco frecuentes. Es notable la diferencia de tamaño entre las piezas de los grandes y las del cachorro y eso es bueno porque permitirá analizar de cerca las diferentes etapas de crecimiento de estos grandes mamíferos”, explicó José Luis Aguilar desde la Dirección del Museo Paleontológico de San Pedro.
Los fémures de los adultos miden unos 56 centímetros de longitud, mientras que el fémur de la cría tiene escasos 36 centímetros. Debido a esta notable diferencia, desde el museo estiman que el juvenil apenas superaba los 2 metros de largo, mientras que los adultos llegaban a medir unos 3 metros.
“Los toxodontes fueron animales con un aspecto similar al de los hipopótamos actuales, aunque no estaban emparentados con ellos; una masa corporal que superaba los 1.000 kilogramos y una boca ancha preparada para devorar grandes cantidades de vegetales por día. Sus dientes eran anchos y fuertes con incisivos que no sólo arrancaban vegetación, sino que eran utilizados como armas de defensa. Los restos de estos animales asombraron al naturalista inglés Charles Darwin en su paso por nuestra región en 1833, a bordo del ´Beagle´ y fue una de las especies que despertó en él la teoría de la evolución”, indicó el especialista.
Los toxodontes, al igual que muchos grandes mamíferos fósiles autóctonos de la región central de nuestro país, desaparecieron en el límite Pleistoceno-Holoceno, por motivos aún no consensuados entre los investigadores. Algunos indican estrés por cambios climáticos en esas épocas; mientras que otros señalan la llegada del hombre como aceleradora de esa extinción. (DIB) ACR