Los activistas ambientales que en las últimas semanas fueron noticia por intervenir obras de arte en museos de Europa ahora actuaron contra el cuadro “Muerte y Vida”, del pintor austríaco Gustav Klimt. Arrojaron un líquido negro al icónico cuadro en el Museo Leopold de Viena, con la intención de denunciar que “los nuevos pozos de petróleo y gas son una sentencia de muerte para la humanidad”.
En las imágenes del ataque la obra se ve a una chica y un chico rociando la pintura con el líquido. Mientras el personal de seguridad aleja de la escena al varón, la mujer pega su mano contra el cristal que recubre el cuadro, momento en el que aprovecha la atención conseguida para denunciar que “los nuevos pozos de petróleo y gas son una sentencia de muerte para la humanidad”.
Misterios
La vocera del museo, Klaus Pokorny, afirmó que “los restauradores están trabajando para determinar si la pintura, que está protegida por un vidrio, ha sido dañada”.
En tanto, el director de la institución, Hans-Peter Wipplinger, declaró en redes sociales que “las preocupaciones de los activistas del clima están justificadas, pero atacar las obras de arte es definitivamente la dirección equivocada para lograr el objetivo de prevenir el colapso climático”. “Los museos son instituciones de conservación y, en este sentido un ejemplo de sostenibilidad. El arte crea identidad. La conservación, restauración, documentación y presentación son algunas de las tareas esenciales de las instituciones museísticas”, agregó.
“Muerte y Vida” es un cuadro de Klimt que simboliza los dos grandes misterios de la experiencia: por un lado, la muerte, la calavera vestida en unos trapos de colores azules y morados, en el otro, personas de varias edades abrazándose y enredándose en el sentido de la vida.
Reivindicación
El ataque fue reivindicado por el grupo la Ultima Generación que lo posteó en sus redes: “Los nuevos pozos de petróleo y gas son una sentencia de muerte para la humanidad. También reclaman “medidas inmediatas” contra la crisis climática convocando a reducir las “millones de toneladas de CO2 por año sólo en Austria”.
En las últimas semanas, los activistas medioambientales atacaron dos obras de Goya del Museo del Prado en Madrid, los “Girasoles” de Van Gogh en Londres y una pintura de Claude Monet, en Potsdam, cerca de Berlín. (DIB) MM