Si la principal interna de Juntos por el Cambio estaba concentrada en el PRO, por las pujas entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich sumado a la tensión por la centralidad de Mauricio Macri, a partir de las declaraciones de Facundo Manes volvieron a quedar expuestas las diferencias en el radicalismo. Gerardo Morales y el neurólogo dejaron de moverse como aliados. Martín Lousteau también salió a despegarse del conflicto a partir de las palabras de su correligionario.
“Cualquier manifestación que se aparte de ese rumbo, no importa de donde provenga, lesiona la esperanza que venimos construyendo desde Juntos por el Cambio”, sentó posición este martes el Comité Nacional de la UCR, liderado por Morales, en el tramo más duro de un comunicado avalado por Lousteau. El día anterior los radicales se habían mantenido en silencio, hasta que consideraron que el conflicto había escalado y avanzaron con el pronunciamiento.
“Hubo operadores que manejaban la Justicia. También hubo evidencias de que se espió a gente incluso de su gobierno. El populismo institucional es tan grave como el populismo económico”, había dicho Manes el domingo, en una entrevista con LN+.
“El (Macri), con Cristina Kirchner, no nos permite pensar un país”, también aseguró, en la frase que acaso más molestó al círculo cercano del ex presidente. Referentes y diputados del PRO salieron en fila a cruzar al neurólogo. Luego también una parte de la UCR.
“Teníamos que salir a ordenar, así como nosotros le pedimos a Patricia (Bullrich) que lo haga en su partido. Manes puede decir lo que quiera, pero la administración de la relación y los conflictos con el PRO es un tema del Comité Nacional”, marcaron la cancha cerca de Morales.
“Ha sido un exceso de Facundo, no lo comparto. Hace una imputación personal sobre Macri y es grave, en todo caso lo que tiene que hacer es llevarla a la Justicia”, dijo el gobernador de Jujuy a CNN radio.
En el último tiempo quedaron a la vista cortocircuitos entre Morales y Manes, luego de que el año pasado funcionaron como aliados en las legislativas y meses más tarde en las pujas partidarias. Los cruces se precipitaron luego de que Lousteau anunciara que competirá por la jefatura del Gobierno porteño y Alfredo Cornejo bajara el perfil de sus aspiraciones nacionales, lo que hizo que ambos casi quedaran únicamente en carrera -y en competencia- por la postulación radical.
La respuesta del sector del neurólogo llegó con un comunicado del Comité Provincia, conducido por Maximiliano Abad. “El valor estratégico de la unidad no significa uniformidad, ni complacencia, ni silencio. Significa caminar hacia un objetivo común, hacia un proyecto colectivo que está por encima de nuestras diferencias. Si se hicieron cosas mal, debemos corregirlas”, replicó el texto firmado también por Alejandra Lordén, Karina Banfi y Carlos Fernández, entre otros dirigentes. “Cualquier intento de uniformidad lesiona la construcción de un proyecto colectivo y democrático”, advirtieron.
“Estamos como Nicolino Locche, esquivando piñas de todos lados”, ironizaron cerca de Manes, molestos por lo que consideraron una falta de apoyo del radicalismo, y por las “distintas reacciones” ante otras controversias recientes: “Carrió dice barbaridades de cualquiera, Morales les pega a Macri y a Larreta, Lousteau en algún momento lo mismo, pero en esos casos no pasa nada. Se ve que Facundo tocó una fibra sensible”.
La polémica por los dichos de Manes unificaron al PRO y pusieron el foco en la interna del espacio presidido por Morales. En las últimas entrevistas el médico habló de “nuevo radicalismo”, algo que potenció los resquemores que ya venían emergiendo. “¿Qué quiere decir con eso? La UCR es una sola, con 130 años de historia. Si no le gusta, que se arme un partido nuevo”, apuntaron desde la conducción del Comité Nacional.
Antes el sector del neurólogo había generado recelos por dejar trascender, según el ala de Morales, que el mandatario de Jujuy busca reformar la Constitución de la provincia para quedar habilitado para un tercer mandato. También por las versiones sobre una supuesta intención de armar un espacio por afuera de Juntos por el Cambio -los contactos con Juan Schiaretti alimentaron esa hipótesis-, aunque Manes lo negó.
Obstáculo en Provincia
La “competencia colaborativa” que habían acordado comenzó a resquebrajarse, con el antecedente del ruido que generó que el diputado no hablara en un encuentro de mujeres radicales en Bariloche, organizado por el Comité Nacional, hace 10 días. Los movimientos de Manes en muchos casos sin contemplar la estructura radical -lo acusaron de “inorgánico”- agregaron tensión. En el fondo, las disputas parten de las diferencias sobre la estrategia electoral.
Para Morales la falta de un candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires es uno de los principales obstáculos del radicalismo para llegar competitivo al próximo turno electoral. Cerca del mandatario de Jujuy señalan a Manes para ese casillero, una posibilidad rechazada por el diputado, lanzado a la carrera presidencial.
“Juntos por el Cambio no tiene dueño y Facundo va a seguir planteando las discusiones que creemos que hay que dar, para que el radicalismo sea protagonista de la próxima etapa. Muchos coinciden en que hay que dejar atrás a Macri y a Cristina”, ratificaron el posicionamiento cerca del neurólogo. Con otro tono, Morales se expresó en esa línea este martes. “No me gusta un país que se dirima entre Mauricio y Cristina”, indicó.
En una charla la semana en Ciencias Económicas de la UBA, Manes y Lousteau habían coincidido en el mismo concepto. Después de tanto ruido, desde los diferentes campamentos coincidían en el propósito de intentar apaciguar la disputa. (DIB)