El director de “La Razón de Vivir” negó las acusaciones y dijo cuánto ganaba “Teto” Medina

Néstor “Pipi” Zelaya le contó al fiscal el funcionamiento de la comunidad terapéutica para jóvenes con consumos problemáticos de drogas. Afirmó que "todo lo que hice fue con el objetivo de salvar pibes" y que los que lo denunciaron viven en el centro del sacerdote que lo acusó de encabezar una asociación ilícita.

El director de la comunidad terapéutica “La Razón de Vivir”, donde vivían jóvenes con consumos problemáticos de drogas, negó las acusaciones sobre asociación ilícita, explotación laboral y reducción a la servidumbre en los centros que dirigía en la provincia de Buenos Aires, explicó como trabajaba con quienes lo denunciaron y dijo que esas personas ahora se encuentran junto al cura que lo acusó.

Néstor Zelaya, conocido como “Pipi”, estuvo ayer por la tarde frente al fiscal Daniel Ichazo que investiga los hechos denunciados por al menos 10 expacientes de esa comunidad terapéutica, y respondió acerca de la responsabilidad que tenía en el centro y la del resto de los imputados.

Previo a contestar preguntas, Zelaya contó como conoció a cada uno de los denunciantes, el acompañamiento que se les hizo y la colaboración de los familiares en cada momento del proceso, dijo que “todo lo que hice fue con el objetivo de salvar pibes”.

También contó como su padre y su hermano, que tenían distintas adicciones, pasaron por diferentes instituciones hasta que encontraron una de puerta abiertas que le inculcaba valores, y que esta situación fue la que lo llevó a organizar estas “quintas de recuperación” en los partidos bonaerenses de Berazategui y Florencio Varela, además de la que luego se abrió en la provincia de Córdoba.

El acusado de encabezar una asociación ilícita fue que explicó cuál era el manejo de la institución, que no contaba con habilitación, aunque la habían tramitado, y afirmó que todos trabajaban ad honorem, con algunos exadictos recuperados y profesionales que aportaron su colaboración.

“Nosotros trabajamos para que los pibes dejen las adicciones y recuperen los valores, principios y que tengan un proyecto de vida”, explicó Zelaya y luego mencionó cada sector de la “quinta”, como la cocina, el parque y la carpintería, y que actividades se desarrollaban para lograr un objetivo en la recuperación.

“El Teto es un tipazo”

Con respecto a la función que cumplía el conductor televisivo Marcelo “Teto” Medina, Zelaya dijo que se trataba de un “tipazo” al que contactó por redes sociales para que dé charlas motivacionales.

“Yo arreglé con él que venga los martes, le pagaba unos 10.000 pesos”, dijo el principal acusado y luego aclaró que lo que se cobraba como inscripción, entre 4 y 7.000 pesos, “a veces se repartía entre el operador y quien lo acercaba a la comunidad”.

Zelaya aclaró que “Teto” Medina no tenía ninguna relación de dependencia laboral con él: “Yo lo tomo como una persona de mi familia, él venía a dar charlas motivacionales”.

Asimismo, “Pipi” contó que cobraban alrededor de 15 a 20.000 pesos por cada joven internado, que había muchos becados, y precisó: “Hoy hay alguno que paga 30.000 y otros 7.000, pero eso nos permite tener un seguro de vida y la emergencia médica”.

Reconoció que no había médicos en el centro, “lo manejamos entre nosotros, no había un responsable médico”. “El grupo lo integraba yo, el director de cada institución, el psicólogo y el encargado de coordinarlos”, aseveró.

El director de “La Razón de Vivir” confirmó ante el fiscal que entre la quinta 1 y 2 llegaron a tener entre 70 y 80 personas y que los responsables de dar las altas “somos nosotros mismos, los del staff”.

“Viven con el padre Quique”

Luego fue consultado por el padre “Quique”, quien es uno de los denunciantes y quien colaboró con ese centro, y Zelaya dijo que el cura dejó de ir el año pasado cuando comenzaron a llegar amenazas al centro, que algunos de los chicos lo llamaban “el toca nenes”, y que nunca participó del reparto de lo abonado por las inscripciones, pero que “sí con algunos de los recuperados le dimos una mano para terminar una casa que tenía en Mar del Plata”.

“El padre Quique tiene una quinta que se llama Saber que se puede, donde están todos los pibes que me están denunciando”, concluyó el acusado.

“Daremos vuelta la causa”

Al respecto, Marcelo Biondi, el letrado de Zelaya, dijo esta mañana en diálogo con la agencia estatal Télam: “Estoy de acuerdo con todas las excarcelaciones pero me parece arbitrario lo del juez Villagra que ante los mismos hechos imputados y sin constancia de riesgos procesales, dejó a cuatro de los acusados presos”.

“Sigo a pesar de tantos años confiando en la Justicia y Zelaya fue contundente en su declaración al declararse inocente y explicar cómo funcionan las granjas para recuperar adictos, todas funcionan de la misma manera para mantener la cabeza del adicto ocupada, también fue claro en todo lo que hizo por cada denunciante que es contrario a lo que dijeron y el rol del padre Quique realmente reprochable si es un tipo de Dios”, agregó.

Finalmente, Biondi manifestó: “No hay asociación ilícita, ni servidumbre, ni trabajo forzoso, ni abandono de persona cuando encima tienen seguro médico de emergencias y de vida para todos los internados. Daremos vuelta la causa con la verdad y esperemos que los resortes judiciales funcionen con legalidad”. (DIB)

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