La irritación causada por prótesis viejas o mal colocadas aumenta el riesgo de cáncer

Un equipo de trabajo de investigadores de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) analizó datos recabados durante una década y concluyó, por “demostración empírica”, que “la irritación mecánica crónica potencia y, en algunos casos, duplica el riesgo de cáncer bucal”.

La investigación fue llevada adelante por la cátedra de Estomatología, y el resultado adquiere relevancia especial porque hasta el momento se sabía que la ingesta de alcohol y tabaco favorecían el desarrollo de cáncer bucal, pero no  se había probado que la irritación mecánica crónica potenciara la acción de esos factores.

En ese sentido, el estudio especificó que las posibilidades del cáncer se potencian con la irritación mecánica crónica o trauma, provocados por prótesis mal colocadas, desajustadas o dientes en mal estado, porque “van raspando o lastimando la boca durante meses o años”.

“El riesgo es mayor cuando la persona consume tabaco o alcohol, incluso en cantidades moderadas”, aclara.

En el estudio participaron el director del Departamento de Cáncer Bucal de la Organización Mundial de la Salud (OMS); académicos del Hospital Alemán de Buenos Aires; del Instituto Nacional de Investigaciones de Cáncer de Taiwán; la Facultad de Odontología y Ciencias Craneofaciales del King’s College London.

La investigación trabajó sobre datos recabados entre 2009 y 2019, con un muestreo de dos grupos de 106 casos cada uno: el primero compuesto por pacientes con cáncer bucal, y el segundo por personas sanas (grupo de control).

En todos los casos, se trató de mayores de 18 años –con una edad media de 63 años–, identificados como varón o mujer, que se atendieron en la Facultad de Odontología de la UNC o en el Servicio de Medicina Oral del Hospital Alemán de Buenos Aires.

En el conjunto de personas con diagnóstico oncológico, el 73,6% mostró evidencia de irritación mecánica crónica.

Las dentaduras postizas mal ajustadas y los dientes rotos que raspan la lengua son los traumas más comunes. En el grupo control, mientras tanto, solo el 32,1% presentó esta condición.

Asimismo, detalla que también se determinó que la combinación de irritación mecánica crónica y alcohol incrementa un 53% el riesgo de desarrollo de la enfermedad.

“Nuestro estudio demostró que la irritación crónica está significativamente asociada con el cáncer oral. Los datos también mostraron que un mayor riesgo se correlaciona con la interacción no solo entre tabaco y alcohol, sino también entre esos dos factores y el trauma bucal”, explicó Eduardo Piemonte, director del estudio.

“Esto significa que los factores hacen sinergia. No hace falta fumar en exceso para desarrollar cáncer bucal. Hacerlo moderadamente con un mal estado bucal ya habilita esa posibilidad. En contraposición, una buena salud oral podría disminuir el riesgo de contraer esa enfermedad”, agregó el científico. (DIB) ACR

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