Pilar: transportista mató de un escopetazo a un ladrón que quiso asaltarlo en su casa

Ocurrió este lunes en Villa Astolfi. El ladrón muerto se hizo pasar por policía. Dos cómplices del delincuente escaparon. El empresario recibió un tiro en un brazo.

El dueño de una pequeña empresa de camiones mató este lunes de un escopetazo en el pecho a uno de los al menos tres delincuentes armados que haciéndose pasar por policías quisieron asaltarlo y con los que se tiroteó en su casa de la localidad bonaerense de Villa Astolfi, partido de Pilar.

El hecho sucedió cerca de las 5:30 de la mañana en una propiedad ubicada sobre de Ruta 25 (avenida Dardo Rocha) y Lago Mascardi, en el norte del conurbano bonaerense. El empresario estaba con su pareja en su casa, que tiene un tinglado donde guardan una flota de cuatro camiones pertenecientes a la compañía que maneja.

Fue cuando el hombre estaba cerrando el portón del lugar -luego de que uno de sus choferes se fuera temprano- que lo sorprendieron al menos tres ladrones que lo quisieron interceptar al grito de “alto policía”. Estaban encapuchados y utilizaban guantes.

Según detallaron fuentes policiales, el dueño de la casa se dio cuenta de que iba a ser víctima de un robo, por lo que decidió correr hacia el interior del hogar y resguardar a su esposa que se encontraba desayunando en la cocina.

Los delincuentes también ingresaron a la vivienda, donde se produjo un enfrentamiento armado, ya que la víctima del asalto agarró una vieja escopeta de caza que pertenecía a la familia y que guardaba en un placard y con ella se defendió y mató a uno de los asaltantes.

Entonces comenzó un fuerte tiroteo: “Los ladrones entraron tirando a la casa y el hombre, cuando le abrieron la puerta del cuarto, recibió con un escopetazo en el pecho a uno de los asaltantes, que cayó muerto en el acto”, dijo a la agencia estatal Télam uno de los investigadores.

Si bien aún no lograron identificar a la víctima, señalaron que se trata de una persona entre 40 y 55 años. Murió por un impacto de escopetazo en el hemitórax izquierdo. En este sentido, tras el balazo fatal, los cómplices huyeron de la casa mientras seguían disparando: uno de los tiros alcanzó a herir en un brazo al dueño de los camiones. Los investigadores creen que, en principio, es un caso de legítima defensa, por lo que la fiscalía no adoptó temperamento con la víctima del asalto. (DIB)

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