Destinos para disfrutar del frío

La llegada del frío no impide que los viajeros piensen en aventuras. Una serie de ciudades que suelen picar en punta con sus increíbles paisajes.

VILLA LA ANGOSTURA

En el sur de la provincia de Neuquén y ubicada sobre la margen norte del lago Nahuel Huapi, en plena cordillera patagónica, se encuentra Villa La Angostura, un centro turístico que logró posicionarse como destino exclusivo en la Patagonia argentina.

La localidad fue fundada oficialmente el 15 de mayo de 1932 con la inauguración de la estación radiotelegráfica Correntoso. Su nombre se debe al istmo o angostura de la península de Quetrihué donde se encuentra el bosque de arrayanes. Y 90 años pasaron para que la villa se convierta en lo que es hoy, una cálida aldea cordillerana cuyas edificaciones construidas en piedra y madera, están en armonía con la naturaleza y le han dado una imagen típica de aldea de montaña.

Dueña de un microclima, dentro de los atractivos se destacan sus dos Parques Nacionales, Nahuel Huapi y Arrayanes, dotados de una belleza natural única por la peculiaridad de su frondosa vegetación. Villa La Angostura es también el punto de partida del Camino de los Siete Lagos hacia San Martín de Los Andes, que en 110 kilómetros permite conocer los lagos Espejo, Correntoso, Traful, Escondido, Villarino, Falkner, Hermoso, Machónico y finalmente el lago Lácar.

Rodeada de un frondoso bosque de añosos coihues, ñires y lengas junto a lagos y ríos de aguas cristalinas, los colores y texturas de las montañas rodean a esta mágica aldea cordillerana. Este espacio es ideal para la práctica diferentes actividades de aventura así como paseos o circuitos disponibles a lo largo de todo el año: cabalgatas, mountain bike, observación de aves o trekking recorriendo las sendas de Huella Andina y a través de los circuitos de las cascadas Inacayal, río Bonito, Dorada y Santa Ana.

USHUAIA

Mundialmente conocida como la ciudad más austral del mundo, Ushuaia está enclavada en las costas del Canal Beagle, en la Provincia de Tierra del Fuego. Anualmente, recibe miles de viajeros -sobre todo extranjeros que llegan en cruceros-, para visitar los principales atractivos turísticos que ofrece este extraordinario lugar.

En esta cautivante ciudad portuaria, se pueden realizar un sinnúmero de aventuras, como explorar esplendorosos glaciares, internarse en profundos bosques, recorrer montañas nevadas, islas, canales y fiordos. Paseos en barco, montañismo, deportes de nieve, ecoturismo, trekking y una variada oferta comercial y cultural te ofrece esta localidad al fin del mundo.

Entre sus principales atractivos está el Parque Nacional Tierra del Fuego, uno de los más bellos del planeta, donde encontrarás impresionantes glaciares, valles, cumbres andinas nevadas, bosques patagónicos y espectaculares costas marinas.

Otros lugares imperdibles, lo constituyen el Glaciar Martial, el Cerro Castor –uno de los mayores centros para practicar esquí-, el Monumento Nacional Estancia Harberton y Cabo de Hornos, el punto más austral del planeta.

En tanto, los esquiadores que buscan aventura extrema y fuera de los circuitos convencionales tienen una propuesta concreta en la ciudad con el esquí de travesía, o también llamado de montaña, que les permitirá llevar la actividad hasta un nivel diferente al de un centro invernal clásico.

En contingentes poco numerosos y divididos de acuerdo al nivel técnico y de aptitud física, el servicio que se contrata en la capital de Tierra del Fuego incluye jornadas completas subiendo la montaña con los propios esquíes o snowboard especiales y descendiendo por laderas naturales de hasta 40 grados de pendiente, donde por supuesto no existe ningún tipo de pista marcada. En otras variantes se puede subir en helicóptero y bajar esquiando, en lo que se conoce como heliesquí, o combinar una práctica con otra.

SAN RAFAEL

Atravesada por los ríos Atuel y Diamante, esta ciudad ubicada a 235 km al sur de Mendoza combina relax, naturaleza y adrenalina que, si bien se disfruta todo el año, en esta época, todo el paisaje está pintado de colores diferentes.

Su valle soleado, las bodegas con vinos de primer nivel, la tranquilidad de sus noches y la inmensidad de sus montañas, se mezclan muy bien con el deporte extremo para los más inquietos.

A 37 km de la ciudad está el Cañón del Atuel y el paraje denominado Valle Grande. Allí el Río Atuel corre en su lecho de piedras y ofrece la posibilidad de disfrutar de la naturaleza a pleno. De principio a fin, este camino va bordeando el río Atuel y custodiado por paredes de 260 metros en ambos costados.

Los colores en la roca y las centrales hidroeléctricas son atractivos junto a la Cuesta de los Terneros, el Mirador San Francisco de Asís, El Nui (embalse, Club de Pescadores y Villa El Neil) y Valle Grande, donde se puede hacer un placentero viaje en catamarán, rafting o cabalgatas. El recorrido total de este circuito es de unos 160 kilómetros y pese a ser en gran parte de ripio, está en muy buen estado.

A 40 km de San Rafael, el embalse Los Reyunos es un oasis de 750 hectáreas que invita a zambullirse en las aguas provenientes del río Diamante. Además de un club de pesca y lugares para alojarse, el lago ofrece deportes de aventura como esquí acuático, rappel, buceo, paseos en canoa y tirobangi, una tirolesa de 600 metros que une las dos márgenes del embalse. 

San Rafael, ideal para salir a caminar y obtener las mejores imágenes. (Turismo San Rafael)

VILLA TRAFUL

Villa Traful, fundada en la década del 30, es una de esas localidades que supo mantenerse intacta, haciéndole frente al paso del tiempo con sus calles de tierra y exceso de tranquilidad. Ubicada en la costa sur del lago del mismo nombre, dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi y con muy pocos habitantes, es un lugar que le otorga al turista todo lo que necesita, pero sin “demasiadas luces” que lo atosiguen.

Además del Bosque Sumergido, otro imán para el turismo es el producto de pesca “Salmón de Traful”, algo que distingue al pueblo de otros de las mismas características paisajísticas de la zona. También se pueden hacer reparadoras cabalgatas y avistajes de cauquenes, carpinteros gigantes y cóndores.

El Bosque Sumergido, es un atractivo natural producido por el desplazamiento de las placas tectónicas que provocaron el desmoronamiento de una parte de la ladera boscosa en el fondo del lago. Allí se encuentran sumergidos ejemplares de hasta 30 metros de altura de cipreses que permanecen de pie y no se descomponen debido al frío las aguas, como ocurre con la turba. El bosque se encuentra en la costa norte del Lago Traful y se lo puede observar tanto desde la superficie, en paseos embarcados, gracias a la transparencia del agua, como en excursiones de buceo con guías locales.

Si la idea es caminar y escalar, el Cerro Negro y Monje es la meta, con tres horas de caminata por bosques, ñires arrasados y desierto, hasta alcanzar los 2.000 metros sobre el nivel del mar. En Villa Traful también hay una importante concentración de pinturas rupestres, cercanas al arroyo Verde, y cascadas, como la Coa Co y la Co Lemu, de aguas tan frías como transparentes.

PUERTO MADRYN

La ciudad de Puerto Madryn está ubicada en la Costa Noroeste de la provincia de Chubut, a sólo 100 kilómetros de Península Valdés, área natural protegida por Unesco desde 1999. Se trata de una de las áreas biológicas más destacadas de la costa Patagónica, por la presencia de ballenas francas, elefantes y lobos marinos, pingüinos de Magallanes, delfines, orcas y otras tantas especies de fauna terrestre y flora.

Pero en esta época del año, el avistaje de la Ballena Franca Austral es un espectáculo mundial que sorprende a chicos y grandes. La gran mayoría de los ejemplares están en la zona del Doradillo, cerca de la ciudad, donde es posible apreciarlas desde la costa, y en Puerto Pirámides, donde se los puede ver desde botes.

En este lugar se congrega la mayoría de madres para parir y amamantar a sus crías, se puede ver cómo las madres enseñan a nadar a sus ballenatos. Van junto a sus bebés de una punta a la otra de la playa, mientras los visitantes acompañan el recorrido y son testigos del aprendizaje. De acceso libre y gratuito, es un espectáculo único que se recomienda maridar con unos mates y canasta de picnic.

Respetando el ciclo reproductivo, a partir de junio las ballenas ingresaron a los golfos Nuevo y San José en busca de un lugar de aguas calmas y protegidas, tras haber permanecido durante meses aguas adentro, a la altura de Brasil, alimentándose de krill.

La Ballena Franca Austral es sin dudas la estrella del espectáculo al que se suman elefantes y lobos marinos, pingüinos de Magallanes, delfines, orcas y otras tantas especies de fauna terrestre y flora, conformando una de las atracciones turísticas por excelencia del país.

SANTA FE

La costa santafesina, un corredor de 300 kilómetros que se inicia en la ciudad de Santa Fe y concluye en Reconquista, ofrece una variedad de actividades para disfrutar del río Paraná y también la posibilidad de conocer el origen colonial de Santa Fe la Vieja, cuyas ruinas en la localidad de Cayastá revelan la forma de vida de los primeros pobladores españoles en la región.

El recorrido, ideal para una escapada de fin de semana, se inicia en el distrito Colastiné Norte, un barrio de la capital de la provincia, y se extiende hacia el norte por la ruta provincial 1 a través de las localidades de San José del Rincón, Arroyo Leyes, Santa Rosa de Calchines, Cayastá, Helvecia, San Javier, Alejandra, Romang y Reconquista.

En todo ese trayecto el río, contra la costa, va cambiando de nombre, desde el Colastiné del inicio, pasado por Ubajay, luego San Javier y finalmente San Jerónimo, aunque todos son parte del gran sistema del río Paraná, cuyo cauce principal está a kilómetros hacia el este.

Las localidades situadas a la vera de la ruta tienen como denominador común el paisaje fluvial, aunque cada una tiene particularidades que las hacen únicas en cuanto a su relación con el río y también desde el punto de vista histórico.

En todo el trayecto no hace falta más que internarse en alguno de los cursos de agua para encontrarse con la vegetación abundante propia de las islas y una presencia constante de animales como carpinchos y nutrias, que en algunos lugares son adoptados como mascotas.

En cuanto a las especies ictícolas, sobresalen los sábalos, las bogas, las rayas y una gran variedad de bagres, además de las especies más codiciadas, como el dorado, el pacú y el manguruyú, cuya captura está prohibida, en tanto que en el caso del surubí es protegido con vedas que generalmente comienzan en noviembre. (DIB) FD

*Nota publicada en el suplemento De Viaje.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí